Pasarán al menos otros 100.000 años hasta que la estrella roja gigante Betelgeuse muera en una ardiente explosión.

Un nuevo estudio, publicado en The Astrophysical Journal y dirigido por la Dra. Meridith Joyce, de la Universidad Nacional de Australia (ANU), disipa los miedos ante la posibilidad de que la novena estrella más brillante desde nuestro cielo muriera arrastrándonos en su caída. Ocurrirá, pero según el estudio de la ANU, no lo verán nuestros ojos.

El trabajo de Joyce demuestra, además, que Betelgeuse es más pequeña de lo que se creía y que está más cerca de la Tierra de lo que habían establecido cálculos anteriores.

El interés por Betelgeuse

Siempre ha sido una estrella interesante, pero en el último año ha ganado popularidad porque desde la NASA alertaron de una rara disminución en su brillo que hacía presagiar que podía estar al final de sus días.

Esta ilustración artística facilitada por la ESA muestra la razón del enigmático oscurecimiento de Betelegeuse.

«Normalmente es una de las estrellas más brillantes del cielo, pero hemos observado dos caídas en el brillo de Betelgeuse desde finales de 2019″, explica Joyce. «Esto provocó la especulación de que podría estar a punto de explotar». Pero su estudio ofrece una explicación diferente.

«Sabemos que el primer evento de oscurecimiento involucró una nube de polvo que se situó entre nuestro planeta y la estrella. Y el segundo evento más pequeño se debió probablemente a las pulsaciones naturales de  Betelgeuse».

Empleando modelos hidrodinámicos y sísmicos han reproducido la física que impulsa estas pulsaciones para hacerse una idea más clara de la fase de la vida en la que se encuentra Betelgeuse. El estudio mostró que la estrella está en plena forma. «En este momento está quemando helio en su núcleo, lo que significa que no está cerca de explotar», dijo el Dr. Joyce. «Podríamos estar ante unos 100.000 años antes de que se produzca una explosión».

Betelgeuse es más pequeña de lo que se creía

Con los datos que había sobre el tamaño de Betelgeuse, se suponía tan grande que si ocupara el puesto del Sol en nuestro Sistema Solar, su  llegaría más allá de la órbita de Júpiter. El nuevo estudio también revela que el tamaño de Betelgeuse es menos, y también es más corta su distancia a la Tierra.

«El tamaño físico real de Betelgeuse ha sido un misterio, ya que estudios anteriores sugerían que podía ser mayor que la órbita de Júpiter. Nuestros resultados indican que Betelgeuse sólo se extiende hasta dos tercios de esa órbita, con un radio 750 veces mayor que el del Sol», explican los investigadores.

Una vez que tuvieron el tamaño físico de la estrella, pudieron determinar la distancia a la Tierra. Los resultados muestran que está a sólo 530 años luz de nosotros, un 25% más cerca de lo que se pensaba.

La buena noticia es que Betelgeuse está todavía demasiado lejos de la Tierra para que una eventual explosión tuviera un impacto significativo aquí.

«Sigue siendo un gran problema cuando estalla una supernova. Y ésta es nuestra candidata más cercana. Nos da una oportunidad única de estudiar lo que ocurre con estrellas como ésta antes de que exploten», explica Joyce.