CIENCIA

¿Y si fuera posible viajar a la Luna una vez en la vida?

La conquista de la Luna acaba de comenzar. La NASA tiene en marcha un mega cohete que va a cambiarlo todo. Se acabó mandar robots a explorar el Sistema Solar, es la hora de los humanos

Foto superior: Elias Chasiotis

385.000 kilómetros nos separan de la Luna, el satélite que nos regala mareas y eclipses. Los primeros humanos supieron mucho más de la Luna que de otros continentes durante miles de años, y en cuanto empezamos a escribir ficciones, soñamos con alcanzarla.

En Relatos verídicos, el greco-sirio Luciano de Samosata (125-181 d.C.) describía cómo un barco, convertido en una nave voladora a consecuencia de un tifón, llegaba a la Luna en siete días, curiosamente, más o menos el mismo tiempo que duró el primer viaje a la Luna con humanos a bordo. Es el primer texto que se conserva en el que se describe un medio para alcanzar la Luna. Después, la literatura está plagada de propuestas. Dante en la Divina comedia sube a la luna en una nube; Cyrano de Bergerac, aupado por el vapor de las gotas del rocío. La NASA tiene métodos más realistas para hacer posibles los desafíos: Orion es el nombre de la nave espacial que va a llevar a humanos a la Luna a partir de 2025.

En estos momentos hay 17 misiones espaciales en marcha cuyo objetivo es la Luna. El desarrollo tecnológico en la industria aeroespacial hace que el satélite esté cada vez más cerca.

La primera misión con humanos a bordo duró 8 días, 3 horas y 35 segundos, hasta alcanzar la Luna el 20 de julio de 1969. Y allí quedó la huella de Buzz Aldrin, inalterada en un clima sin vientos, como las huellas de los dinosaurios. Esa huella es el primer paso de la colonización humana de la Luna. El Antropoceno más allá de la Tierra. Ahora la NASA quiere volver a la Luna, pero esta vez, para quedarse.

La primera foto de la Tierra vista desde la Luna fue transmitida el 23 de agosto de 1966 desde el Lunar Orbiter I a la estación espacial de Robledo de Chavela, en España.

El cohete que abre el camino

La Luna nunca estuvo tan cerca. La razón es el nuevo y poderoso sistema de lanzamiento espacial Space Launch System (SLS) que ha desarrollado la NASA. Se trata del cohete más poderoso que jamás se haya construido. El cohete se estrenará lanzando la nave espacial Orion, diseñada para llevar a los humanos de manera segura a la Luna y de regreso a casa.

El desarrollo de un cohete de estas características, y de una nave especialmente diseñada para llevar humanos a bordo, con tecnología del siglo XXI, va a transformar la exploración espacial en las próximas décadas. Lo que está ocurriendo va más allá de los caramelos solo para millonarios de Virgin Galacti o Blue Origin. Se trata de hacer más eficaz el envío de humanos a la Luna. La rentabilidad vendrá después, y la minería espacial es la respuesta.

Del mismo modo que las misiones Apolo definieron una época, arrancan en este siglo las misiones Artemis. Con estas misiones, la NASA tiene la intención de reabrir el sistema solar para que lo investiguen y exploten los humanos, en lugar de las sondas robóticas.

En marzo de este año, si no hay nuevos retrasos, probarán Space Launch en la misión Artemis I. Esta vez Orion no llevará tripulantes. El módulo de servicio lo ha fabricado la Agencia Espacial Europea, que suministrará el sistema de propulsión principal y la energía de la nave espacial (además de albergar aire y agua para los astronautas en el futuro).

Orión viajará más lejos de lo que nunca antes ha llegado una nave espacial que pueda ser tripulada

Orion pasará a través de los cinturones de radiación de Van Allen y volará a unos 100 km sobre la superficie de la Luna. Luego utilizará la fuerza gravitacional de la Luna para impulsarse a una nueva órbita profunda retrógrada, a unos 70.000 km de la Luna, durante tres semanas, más lejos de lo que nunca antes ha viajado una nave espacial que pueda ser tripulada.

La nave espacial permanecerá en esa órbita durante aproximadamente seis días para recopilar datos y permitir que los controladores de la misión evalúen el rendimiento de la nave espacial.

La nave ingresará de nuevo en la Tierra  a 11 kilómetros por segundo, resistiendo temperaturas de aproximadamente 5,000 grados Fahrenheit (2,760 grados Celsius), y caerá en el mar, frente a la costa de Baja California.

Con humanos a bordo en 2025

El  segundo vuelo de Orión llevará humanos a bordo. Artemis II será el primer paso para la conquista. Se realizará un viaje con tripulación alrededor de la luna en 2024 y a continuación un aterrizaje lunar en 2025,  53 años desde de que el Apolo 17 aterrizara en el valle Taurus-Littrow en 1972

Orion está diseñada para transportar entre cuatro y seis astronautas cuando esté en pleno funcionamiento, estará equipado con un módulo de servicio, creado en colaboración con la ESA (Agencia Espacial Europea).

La tripulación incluirá al menos una mujer y la misión marcará el comienzo de un programa destinado a establecer una colonia lunar

Esta vez, la tripulación incluirá al menos una mujer y la misión marcará el comienzo de un programa destinado a establecer una colonia lunar. Un objetivo principal es el cráter Shackleton, cerca del polo sur de la luna, que se cree que contiene depósitos de hielo. El agua no solo proporcionará un sustento valioso para los astronautas, sino que puede explotarse como fuente de hidrógeno y oxígeno, mediante electrólisis, que se pueden combinar como combustible para cohetes.

No solo la NASA y la ESA tienen la Luna como objetivo. Rusia e India planean lanzar sus propios módulos de aterrizaje lunares el próximo año, mientras que Corea del Sur tiene programado colocar un satélite en órbita lunar para estudiar su composición mineral.

La Luna es una mina

Son infinitos los ejemplos de canciones que nos han hecho soñar con viajar a la Luna. Frank Sinatra, claro, con su Fly me to the moon, estrechamente asociada con las misiones Apolo. Después vino Police, con su Walking on the moon de 1979, una canción que Sting asegura que escribió borracho en un hotel de Munich, y  REM puso en duda que la llegada a la Luna fuera real en su Man on The moon, de 1992.

Llegarán nuevas canciones. Se abre un nuevo capítulo en la exploración espacial, y el desarrollo tecnológico apunta a que el viejo sueño de instalar una base en la Luna, y frecuentarla, será una realidad. Es posible que los primeros colonos vayan allí en busca de trabajo, y la Luna se convierta en una mina a explotar. Y al final del cuento, la huella de Buzz Aldrin solo será una de tantas. Sin embargo, la vista de la Tierra desde la Luna habrá merecido cualquier viaje.

Baltasar Pérez

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