Dos científicos de Oxford establecieron la fecha exacta de la muerte de Jesucristo: el 3 de abril del año 33, viernes.

Dos astrofísicos de la Universidad británica de Oxford aseguran haber resuelto un enigma milenario.  Colin J. Humphreys y W. G. Waddington, han llegado a la conclusión de que el fundador del cristianismo murió muy probablemente el 3 de abril del año 33, en viernes, según habían informado la mayoría de los antiguos escritores cristianos. El estudio se publicó en la prestigiosa revista científica Nature.

Los dos científicos basan su teoría en una serie de hechos astronómicos, y en la descripción del procurador Poncio Pilatos: «El Sol se oscureció, salieron estrellas en el cielo, y por todas partes la gente encendió las lámparas», escribió. «Por la noche, añadió Poncio Pilato, la «luz de la Luna era de un rojo sangre».

Para su investigación, partieron de la premisa de que Jesús murió el día antes de que diera comienzo la fiesta anual de la Pascua, que conmemora el éxodo de los judíos de Egipto. La clave de esto es La última cena, que era una celebración de la Pascua judía.

Los dos expertos tuvieron también en cuenta el hecho de que esta fiesta, de ocho días de duración, se celebra siempre con la Luna llena de primavera, antes del equinoccio, durante el mes judío de Nisan, que en nuestro calendario moderno corresponde a marzo o abril.

Un eclipse de Luna y la luz rojiza

Con todos estos datos, los científicos consideran que la mejor explicación es que al anochecer del día de la ejecución hubo en Jerusalén un eclipse parcial de Luna. La prueba de este fenómeno natural, según los científicos, está en el informe redactado por el procurador romano Poncio Pilato para el emperador Tiberio.

«El Sol se oscureció, salieron estrellas en el cielo, y por todas partes la gente encendió las lámparas», escribió. Por la no che, añadió Poncio Pilato, la «luz de la Luna era de un rojo sangre».

El hecho de que la parte oculta de una Luna en eclipse despide una luz rojiza ocurre con frecuencia cuando la Luna está baja, cerca del horizonte, además, los expertos afirman que el color rojizo aumentó por las nubes de polvo de la tormenta de arena que tuvo lugar en ese momento, algo que se menciona en casi todas las fuentes históricas.

A partir de aquí, buscaron cuando se produjo un eclipse de luna parcial que pudiera verse desde Jerusalén entre los años  26 y el 36. Calcularon, mediante complejos cálculos astronómicos, las fechas de todas las lunas llenas y nuevas de los meses pascuales de Nisan.

Poncio Pilato, según los científicos, se refería a un eclipse muy específico, en el cual sólo la tercera parte del disco lunar quedó en la sombra de la Tierra. Y esto ocurrió, exactamente, un día 3 de abril del año 33, a las 18.20 horas. En ese momento, asomó sobre el horizonte de Jerusalén  la parte oscurecida y rojiza de la Luna, que fue aumentando de tamaño y haciéndose roja.