La fotografía es una prueba irrefutable de su existencia. El agujero negro supermasivo, Sagitario A*, ya tiene rostro

Un equipo internacional de investigadores ha captado la primera imagen histórica de Sagitario A*, el agujero negro supermasivo situado en el centro de la Vía Láctea.

Este resultado constituye una evidencia abrumadora de que el objeto es realmente un agujero negro y aporta valiosas pistas sobre el funcionamiento de estos gigantes que, se cree, residen en el centro de la mayoría de las galaxias.

La imagen ha sido obtenida por un equipo de investigación global, la Colaboración del Telescopio del Horizonte de Sucesos (del inglés Event Horizon Telescope, EHT), utilizando observaciones con una red mundial de radiotelescopios, que funciona como un telescopio virtual del tamaño de la Tierra.

Los resultados del equipo EHT se publican hoy jueves, 12 de mayo, en una edición especial de The Astrophysical Journal Letters.

Sobre Sagitario A*: Su masa equivale a unos cuatro millones de soles, en un volumen muy reducido.  Su diámetro es de alrededor de 23,5 millones de kilómetros. Esto es diminuto hablando de objetos cósmicos de esa masa. Pensemos que la propia Vía Láctea tiene 100.000 años luz de ancho y 1.000 años luz de espesor. Está situado según últimas estimaciones, concretamente a 25.640 años luz del Sistema Solar.

Un Telescopio del tamaño de la Tierra

Aunque no podemos ver el agujero negro en sí, porque está completamente oscuro, el gas brillante que lo rodea revela una firma reveladora: una región central oscura (llamada «sombra») rodeada por una estructura similar a un anillo brillante. La nueva vista captura la luz desviada por la poderosa gravedad del agujero negro, que es cuatro millones de veces más masivo que nuestro Sol.

«Nos sorprendió lo bien que coincidía el tamaño del anillo con las predicciones de la  Teoría de la Relatividad General de Einstein», dijo Geoffrey Bower, científico del proyecto EHT, del Instituto de Astronomía y Astrofísica, Academia Sínica, Taipei.

«Estas observaciones sin precedentes han mejorado enormemente nuestra comprensión de lo que sucede en el mismo centro de nuestra galaxia y ofrecer nuevos conocimientos sobre cómo estos agujeros negros gigantes interactúan con su entorno”. Los resultados del equipo EHT se publican hoy en una edición especial de The Astrophysical Journal Letters. .

Debido a que el agujero negro está a unos 27.000 años luz de la Tierra, nos parece que tiene aproximadamente el mismo tamaño en el cielo que una rosquilla en la Luna. Para obtener una imagen, el equipo creó el poderoso EHT, que unió ocho observatorios de radio existentes en todo el planeta para formar un solo telescopio virtual «del tamaño de la Tierra».

El EHT observó a Sgr A* en varias noches, recopilando datos durante muchas horas seguidas, de forma similar al uso de un tiempo de exposición prolongado en una cámara.

El esfuerzo fue posible gracias al ingenio de más de 300 investigadores de 80 institutos de todo el mundo que juntos conforman la Colaboración EHT. Además de desarrollar herramientas complejas para superar los desafíos de obtener imágenes de Sgr A*, el equipo trabajó rigurosamente durante cinco años, usando supercomputadoras para combinar y analizar sus datos, mientras compilaba una biblioteca sin precedentes de agujeros negros simulados para compararlos con las observaciones.