Neuralink, la compañía de Elon Musk dedicada a desarrollar una interfaz entre el cerebro y los ordenadores, ha mostrado un vídeo a un mono tecleando con su cerebro

Neuralink ha publicado un nuevo vídeo que muestra a un mono tecleando usando solo su cerebro, lo que la compañía sugiere que les permitirá avanzar en sus ambiciones de implantar el chip en humanos el próximo año. La demostración, que según Neuralink muestra «mecanografía telepática», permite al mono interactuar con el ordenador a través de un chip implantado en su cerebro, aunque no es la primera vez que vemos algo así.

Titulada «Neuralink Show and Tell», la presentación de la semana pasada fue una inmersión profunda en el trabajo que la empresa ha estado realizando en los últimos tiempos, incluida la interfaz neural, las pruebas de implantes y las aplicaciones para las lesiones de médula espinal.

Elon Musk, cofundador de la empresa, inició el acto con una introducción antes de que varios investigadores realizaran en directo la implantación del chip en un robot, se mostrara a un mono tecleando en un teclado virtual y otras demostraciones de las diversas aplicaciones de una interfaz cerebro-ordenador. La tecnología está pensada para ayudar a personas con parálisis y ceguera, pero incluso el propio Musk ha insinuado la posibilidad de hacerse un implante para aumentar sus capacidades mentales.

Musk declaró que ahora que han llegado a este punto, el chip estará pronto disponible para ensayos clínicos en humanos, y fue un paso más allá al afirmar que si sus hijos tuvieran un accidente en el que Neuralink pudiera ayudar, cree que el procedimiento es lo suficientemente seguro como para seguir adelante.

El multimillonario ya había hecho afirmaciones extravagantes sobre la tecnología, como que «dejará obsoleto el lenguaje» en 5-10 años y «curará» el tinnitus. La empresa espera ahora la aprobación de la FDA en EE UU para poder aplicar los implantes en el cerebro de los humanos.

Aunque el trabajo parece impresionante, ha cosechado importantes críticas de la comunidad neurocientífica por ser mucho menos puntero de lo que proclama Neurolink, así como por sus elevadas tasas de mortalidad en los primates utilizados en las pruebas.

Neuralink afirma que está a la vanguardia de la tecnología, creando interfaces cerebro-ordenador que cambiarán decididamente la forma en que tratamos a las personas con enfermedades y lesiones neurológicas, pero los neurocientíficos afirman que en realidad lleva años y, en algunos casos, décadas de retraso. Hace años que existen interfaces cerebrales, y en los últimos años múltiples laboratorios han demostrado dispositivos con cables e inalámbricos capaces de leer señales cerebrales y traducirlas en acciones informáticas. La empresa es una de las únicas que está explorando implantes cerebrales directos, pero eso tiene su coste.

A principios de año surgieron informes que sugerían que Neuralink podría estar matando a más primates de los necesarios y circularon por Internet pruebas de mal trato a los animales. Una demanda del Comité de Médicos por una Medicina Responsable (PCRM) alega que el trabajo realizado en la Universidad de California Davis, donde Neuralink tenía su sede antes de trasladarse a Texas, era inhumano y sometía a los primates a un sufrimiento innecesario.

La universidad declaró que tenía 185 fotos de los experimentos con monos, incluidas las necropsias, pero se negó a publicarlas porque el «público las malinterpretaría». La demanda contra la empresa por maltrato de animales de laboratorio sigue abierta.

Musk abordó estas preocupaciones en el último Show and Tell, afirmando que los monos estaban todos «felices y sanos», pero eso aún está por confirmar.