Un nuevo estudio revela que tener mascotas, como perros o gatos, puede provocar trastornos del sueño a las personas que viven con ellas

La investigación, publicada en la revista Human-Animal Interactions y dirigida por investigadores de la Universidad Lincoln Memorial (EE UU), se centró específicamente en la tenencia de mascotas con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) en los años 2005-2006.

La Dra. Wisnieski, autora principal, descubrió que tener un perro se asociaba a mayores probabilidades de padecer un trastorno del sueño y tener problemas para dormir, mientras que tener un gato se asociaba a mayores probabilidades de sufrir el síndrome de piernas inquietas, que también afecta a la calidad del sueño.

Aunque no se pudo establecer la naturaleza causal de la tenencia de mascotas sobre la calidad del sueño y los trastornos del sueño, los resultados del estudio concuerdan con estudios anteriores que constataron que la tenencia de mascotas tiene un impacto negativo sobre la calidad del sueño.

Según los científicos, por un lado, los perros y los gatos pueden ser beneficiosos para la calidad del sueño de sus dueños debido al apoyo social que proporcionan: las mascotas ofrecen una sensación de seguridad y compañía que puede mejorar los niveles de ansiedad, estrés y depresión. Sin embargo, por otro lado, las mascotas pueden alterar el sueño de sus dueños.

La investigación analizó variables como la sensación de falta de sueño de las personas, la somnolencia durante el día, no dormir lo suficiente, tardar más de 15 minutos en dormirse y dormir menos de seis horas de media. El estudio sugiere que las diferencias entre la calidad del sueño y la tenencia de gatos y perros puede deberse a que los gatos tienden a ser más activos por la noche. Además, descubrió que había menos diferencias en los indicadores de calidad del sueño entre los propietarios de gatos y los que no lo eran, en comparación con los propietarios de perros y los que no lo eran.

Estos resultados podrían ayudar a los médicos a hacer recomendaciones para mejorar la calidad del sueño en sus pacientes, y orientarles sobre qué hacer, como encerrar a la mascota o restringir el acceso al dormitorio por la noche. Aunque el estudio reconoce que puede haber potenciales efectos positivos de dormir con una mascota, la base de datos analizada no especificaba si los dueños dormían efectivamente con sus perros o gatos, con lo que no se pueden extraer conclusiones en este sentido.

REFERENCIA

The association of pet ownership and sleep quality and sleep disorders in United States adults