El movimiento del polo norte magnético se acelera, alejándose de Canadá y dirigiéndose hacia Siberia, ¿cómo afecta esto a nuestra vida cotidiana?

El polo norte magnético, distinto al polo norte geográfico, es un punto en constante movimiento sobre la superficie terrestre. Este cambio se debe a dinámicas en el núcleo externo líquido de la Tierra, que genera corrientes eléctricas responsables del campo magnético. El modelo magnético mundial (WMM), actualizado cada cinco años, permite a la aviación, la navegación y los GPS adaptarse a estos desplazamientos.

Imaginemos que un entrañable anciano con barba blanca planeara viajar en trineo volador desde lo alto de una chimenea en Sudáfrica hasta un tejado en el Reino Unido, un trayecto de unos 8.500 km. Utilizando el anterior MMM y desviándose sólo un grado de la trayectoria, acabaría aproximadamente a 150 km de donde debería. Con un margen de error de sólo unos centímetros entre las chimeneas, esto podría causar problemas importantes en el reparto de los regalos navideños.

Bromas aparte, desde el siglo XIX, el polo norte magnético ha estado en un viaje constante por el Ártico. Su primera localización registrada fue en Nunavut, Canadá, en 1831, gracias al explorador británico James Clark Ross. Durante más de un siglo, el polo avanzó lentamente, cubriendo unos 15 kilómetros al año. Sin embargo, desde la década de 1990, su velocidad ha aumentado dramáticamente, alcanzando entre 50 y 60 kilómetros anuales.

Los puntos rojos muestran las posiciones del polo norte magnético desde 1831 hasta 2019, mientras que las líneas muestran la dirección del campo magnético. Hace unos 50 años, el polo se desplazaba a unos 15 km al año, pero ahora se está acelerando y se dirige desde el Ártico canadiense hacia Siberia a unos 55 km al año. Crédito: DTU Space/ ESA.

Los puntos rojos muestran las posiciones del polo norte magnético desde 1831 hasta 2019, mientras que las líneas muestran la dirección del campo magnético. Hace unos 50 años, el polo se desplazaba a unos 15 km al año, pero ahora se está acelerando y se dirige desde el Ártico canadiense hacia Siberia a unos 55 km al año. Crédito: DTU Space/ ESA.

Este comportamiento responde a procesos en el núcleo externo terrestre, donde el hierro líquido en movimiento genera el campo magnético de nuestro planeta. Según la teoría del dínamo, el desplazamiento del polo magnético es resultado de una «lucha» entre dos grandes lóbulos magnéticos situados bajo Canadá y Siberia. A partir de cambios en el flujo del núcleo entre 1970 y 1999, el lóbulo canadiense perdió terreno, permitiendo que el siberiano ganara influencia y empujara el polo hacia su dirección.

Un estudio de 2022, publicado en Earth and Planetary Science Letters, reveló que este fenómeno no es nuevo. Analizando sedimentos en el archipiélago noruego de Svalbard, los investigadores identificaron que, durante los últimos 22,000 años, el polo ha oscilado entre Canadá y Siberia. Estas oscilaciones han estado marcadas por períodos de estabilidad y aceleración, dependiendo de la aparición y desaparición de parches magnéticos en el campo terrestre.

El nuevo Modelo Magnético Mundial, WMM2025, prevé que este desplazamiento continuará, con el polo avanzando hasta 660 kilómetros adicionales hacia Siberia en la próxima década. Este modelo es fundamental para múltiples industrias, como la aviación y el transporte marítimo, ya que permite corregir sistemas de navegación para reflejar el estado actual del campo magnético.

Ubicaciones del polo norte magnético desde 1590 hasta 2030. BGS © UKRI y © Wessel, P., y W. H. F. Smith (1996), A global, self-consistent, hierarchical, high-resolution shoreline database, J. Geophys. Res., 101(B4), 8741-8743, doi:10.1029/96JB00104. (v2.3.6).

Ubicaciones del polo norte magnético desde 1590 hasta 2030. BGS © UKRI y © Wessel, P., y W. H. F. Smith (1996), A global, self-consistent, hierarchical, high-resolution shoreline database, J. Geophys. Res., 101(B4), 8741-8743, doi:10.1029/96JB00104. (v2.3.6).

Más allá de su impacto en la navegación, el campo magnético juega un papel esencial en la protección del planeta contra el viento solar y las eyecciones de masa coronal provenientes del Sol. Aunque normalmente bloquea estas partículas cargadas, durante tormentas geomagnéticas pueden ocurrir interrupciones, como daños a satélites, fallos en las comunicaciones por radio y apagones eléctricos. No obstante, también generan las auroras boreales, espectáculos luminosos que se han intensificado en los últimos años debido a tormentas más fuertes.

Otro aspecto preocupante del campo magnético es su debilitamiento progresivo, que ha reducido su fuerza en un 9 % durante los últimos 200 años. Una región en particular, conocida como la Anomalía del Atlántico Sur, entre África y Sudamérica, ha experimentado una caída significativa en su intensidad. Algunos científicos consideran que esta anomalía podría ser una señal temprana de una inversión de los polos magnéticos, un evento que la Tierra ha experimentado muchas veces en su historia. Sin embargo, estas inversiones son lentas, ocurriendo a lo largo de miles de años, y no se espera que suceda pronto.

Aunque no se pueden prever con exactitud las consecuencias de una inversión de polos, la historia geológica indica que el planeta ha sobrevivido a estos eventos repetidamente. Estudios recientes sugieren que anomalías como la del Atlántico Sur son parte de ciclos recurrentes en la historia magnética de la Tierra. Los científicos continuarán observando estos cambios para comprender mejor el futuro de nuestro campo magnético y su impacto en la vida terrestre.

REFERENCIA

Airlines, shipping companies and sleigh drivers rush to update crucial navigation systems ahead of Christmas rush

A tug of war over the north magnetic pole

Foto: NASA