Los únicos glaciares que quedan en España se encuentran en los Pirineos, pero tienen sus días contados

La última glaciación, denominada Weichseliense, comenzó hace unos 115.000 años y terminó hace 11.700. En el momento de máxima extensión, hace 22.000 años, los hielos cubrían casi por completo las islas británicas y el norte de Alemania, y en las altas montañas se formaban inmensos ríos de hielo: los glaciares.

Los glaciares de los Pirineos son los últimos vestigios que quedan de aquél tiempo en el sur de Europa. Aunque se encuentran distribuidos por las dos vertientes pirenaicas, la española y la francesa, nos tocan los de mayor tamaño en en la vertiente sur, en los valles de Tena, Ordesa y Benasque, todos por encima de los 2.700 m de altitud.

Sin embargo, un estudio de la Universidad de Barcelona ha concluido que estos glaciares pirenaicos tal como han llegado a nosotros se configuraron mucho más recientemente, en la pequeña edad de hielo que afectó a Europa entre los años 1300 y 1850.

El calentamiento producido por el fin de esa época fría reciente, junto con el aumento de las temperaturas a causa de la acción humana, han hecho que estos ríos helados tengan un pronóstico terminal. En los Pirineos quedan 19 masas de hielo, de las cuales solo nueve se pueden considerar verdaderos glaciares porque fluyen. El resto son neveros, masas de hielo permanente que no se mueven, y se espera que todos ellos desaparezcan para 2050.

El pintor de los Pirineos

Hace un siglo, los Pirineos, como otras altas montañas, todavía eran relativamente poco conocidos, dado el gran peligro que suponía acceder a sus cumbres. A finales del siglo XIX el geógrafo y pintor Franz Schrader midió los glaciares y los cartografió con detalle por primera vez. 

Franz Schrader (1844-1924) -Le mont PErdu Pyrenées

El glaciar del Monte Perdido, pintado por Franz Schrader en 1860

En tiempos de Schrader, los glaciares de los Pirineos ocupaban una superficie de aproximadamente 3.300 hectáreas, cifra que en la actualidad se ha reducido a apenas 400 hectáreas. 

Estos son los grandes glaciares pirenaicos que tienes que visitar antes de que desaparezcan:

El glaciar del Aneto

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Glaciar del Aneto

El glaciar del Aneto es el glaciar más grande de los Pirineos, dentro del municipio de Benasque (España). Aunque cuando Schrader lo estudió ocupaba 600 hectáreas, hoy su superficie se ha reducido a 60 hectáreas con 50 metros de espesor máximo. ​Su morrena terminal ha dado lugar a un caótico entramado de rocas a sus pies que dificultan notablemente la subida en otoño y primavera, cuando la nieve únicamente las cubre con una fina capa. No obstante, en la actualidad, el desplazamiento de sus hielos se ha reducido considerablemente, por lo que las grietas de su superficie no alcanzan la peligrosidad de siglos atrás. Es posible que en un futuro próximo este glaciar quede dividido en dos partes, al seccionarse la masa próxima a la cima de la que se extiende al pie de Coronas.

Glaciar de Ossoue

Glaciar de Ossoue

Glaciar de Ossoue

El glaciar de Ossoue es un glaciar de los Pirineos situado en el macizo del Vignemale, al norte de la frontera franco-española, en el departamento de Altos Pirineos, en la región de Occitania. Es el único glaciar con una imponente lengua en la cordillera, y el segundo más grande después del glaciar del Aneto, pero por delante de los del Mont-Perdu y la Maladeta.

Henry Russel, famoso pirineísta de origen inglés, describe en “Memorias de un montañero” su ascenso por el glaciar de Ossoue en 1860. En ese momento, el glaciar tenía 5 km de longitud y presentaba grietas dignas de los grandes glaciares alpinos. Sin embargo, la lengua de hielo tiene hoy apenas 1.300 metros de longitud.

Glaciar de la Maladeta

Maladeta

Glaciar de la Maladeta

El Pico de La Maladeta o Tuca d’A Maladeta alcanza los 3.308 metros de altitud situada en los Pirineos, próxima al Pico Aneto, que lo supera con 3.404 metros. Esta área es Parque natural Posets-Maladeta, también en el municipio de Benasque, y contiene el Glaciar de La Maladeta, con unas 37 ha de superficie total y el tercero de los Pirineos en extensión. Está fraccionado en dos partes, Maladeta occidental, con seis hectáreas y oriental con 31. A menudo se suma la extensión de estos glaciares a la del Aneto, ya que se encuentran en el mismo macizo.  El glaciar ha perdido una media de 11 metros de espesor de hielo desde 1991 y el 45% de su extensión.

Glaciar del Monte Perdido

glaciar del monte perdido

Glaciar del Monte Perdido

El macizo de Monte Perdido es uno de los más espectaculares y conocidos del Pirineo, por la impresionante belleza de su morfología, y se encuentra en el extremo superior de dos valles muy representativos de la cordillera: Ordesa y Pineda. La cumbre que le da nombre alcanza los 3.355 metros. El área glaciar es la segunda más grande de los Pirineos, después del macizo de Aneto-Maladeta, aunque actualmente está muy disminuida. 

En 1894, Schrader estimó su superficie en 556 hectáreas. Según las observaciones de 2007, este macizo se encuentra en un estado crítico, pues sólo quedan dos glaciares reales: El Alto y el Bajo Monte Perdido, más una masa de hielo residual. La superficie glaciar total es de 38 hectáreas.

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