El Polo Norte, el destino de viaje científico definitivo, que ha fascinado a los exploradores desde hace siglos, sigue siendo accesible solo a unas pocas personas

Papá Noel, el Abuelo Escarcha, San Nicolás, San Basilio y otras muchas tradiciones de origen pagano hablan de un hombre viejo que trae regalos en el solsticio de invierno. La más persistente de todas ellas, el Santa Claus anglosajón, tiene además un lugar de residencia permanente: el Polo Norte.

El pueblo finlandés de Rovaniemi, situado en el Círculo Polar Ártico, incluso ostenta el título de «la residencia oficial de Papá Noel en el Polo Norte», y es uno de los destinos turísticos más populares del país. Visitar Rovaniemi es fácil, pero ¿qué hay del verdadero Polo Norte?

Latitud 90 grados

El Polo Norte, también conocido como Polo Norte Geográfico o Polo Norte Terrestre, es el punto del hemisferio norte donde el eje de rotación de la Tierra se encuentra con su superficie, en el punto de latitud geodésica 90° Norte.

Cuando estamos en el Polo Norte, todas las direcciones posibles apuntan al sur. En el Polo Norte no hay ningún huso horario oficial, así que se puede usar cualquier hora. El Polo Norte geográfico está desplazado ligeramente respecto al Polo Norte Magnético, y aunque la diferencia no produce un error apreciable en la mayor parte del planeta, usar una brújula puede ser un problema en sitios como Alaska o Groenlandia.

Quienes esperen encontrar una casita señalando el lugar pueden llevarse una decepción. Al contrario que el Polo Sur de la tierra, el Polo Norte está en medio del Océano Ártico, en medio de aguas que están casi permanentemente cubiertas de hielo marino.

El hielo se mueve constantemente, lo que hace complicado construir una base estable sobre él. La profundidad del mar en el Polo Norte es de unos 4.000 metros, y la capa de hielo que lo cubre tiene entre 2 y 3 metros de espesor.

Sin embargo, la Unión Soviética, y más tarde Rusia, construyó y mantuvo desde 1937 una serie de estaciones tripuladas que se encuentran a la deriva sobre el hielo, y que de vez en cuando pasan por encima del Polo Norte.

Cómo llegar al Polo Norte

La tierra más cercana al Polo Norte es la isla Kaffeklubben, frente a la costa norte de Groenlandia, a unos 700 km de distancia, mucho más al norte que la isla Kalsoy donde James Bond vive su última aventura. El lugar habitado permanentemente más cercano es Alert, en la región de Qikiqtaaluk, en Canadá, que se encuentra a 817 km del Polo.

Aunque el Polo Norte es más cálido que el Polo Sur, debido a que está en el mar y no en la tierra, sigue siendo un lugar especialmente inhóspito. Las temperaturas invernales pueden oscilar entre -50 y -13 °C, con una media de unos -31 °C. La temperatura máxima registrada hasta ahora es de 13 °C, un día de verano comparada con la temperatura máxima en el Polo Sur, que es de -12,3 °C.

Los intentos de alcanzar el Polo Norte comenzaron a finales del siglo XIX, pero precisamente por tratarse de un lugar en medio del hielo, no fue fácil determinar quién había llegado y quién no. La primera expedición que alcanzó el Polo Norte de manera indiscutible fue la del dirigible Norge, que sobrevoló la zona en 1926 con 16 hombres a bordo, incluido el jefe de la expedición, Roald Amundsen.

Tres expediciones anteriores, dirigidas por Frederick Cook en 1908, y Robert Peary 1909, ambas por tierra, y otra con Richard E. Byrd en 1926 por  el aire, también se aceptaron en su día como que habían alcanzado el Polo. Sin embargo, los análisis posteriores de los datos lo ponen en duda,

¿Se puede hacer una excursión al Polo Norte hoy en día? Cada verano, el rompehielos nuclear ruso 50 Years of Victory abandona durante unos días su servicio comercial entre el Mar de Barents y el Océano Ártico, y se dedica a transportar a 128 pasajeros al Polo Norte geográfico.

Los afortunados viajeros tienen la oportunidad de ver a los últimos osos polares, morsas y otros animales del Ártico. También podrán sobrevolar el polo en helicóptero o en globo, a una gran altura sobre el Océano Ártico, y navegar en una zodiac por las aguas heladas. Un viaje que por su extrema dificultad no está al alcance de todos los bolsillos.

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