Las termas son manantiales de agua que se calienta al atravesar la corteza terrestre, y un destino para disfrutar gratis de un agradable baño caliente en plena naturaleza, muy cerca de ti
Aunque a veces se nos olvide, el planeta bajo nuestros pies está caliente. No en vano en la antigüedad se formó la idea de que bajo la superficie de la tierra se encontraba el ardiente infierno. Tampoco es de extrañar entonces que las aguas que brotan a la superficie procedentes de estas profundidades estén muy calientes, ni que los seres humanos nos hayamos bañado en ellas desde tiempos prehistóricos.
El gradiente geotérmico, que mide el cambio de temperatura a medida que nos adentramos en la corteza terrestre, es de un grado centígrado por cada 32 metros de profundidad. Es decir, en el fondo de un pozo de un kilómetro de hondo podemos esperar temperaturas entre 50 y 60 grados.
Una fuente termal, hidrotermal o geotérmica es un manantial donde el agua subterránea caliente sube hasta la superficie. En las zonas de actividad volcánica, en las que el magma está más cerca de la superficie, es más frecuente encontrar estos manantiales termales.
El agua de las fuentes termales suele contener grandes cantidades de minerales disueltos, entre ellos cloruros, carbonatos y hierro. La temperatura del agua, unida a las propiedades de los minerales que contiene, ha hecho que las fuetes termales siempre hayan sitios para bañarse, relajarse o curarse de dolencias. Eso sí, no conviene bañarse en aguas por encima de los 41ºC si no queremos quemarnos.
Estas son algunas de las termas naturales de España que puedes visitar antes de que llegue la primavera y se te pasen las ganas:
Termas públicas de Ourense
A lo largo de las orillas del río Miño, en las afueras de la ciudad de Ourense, se encuentran varias instalaciones de aguas termales de origen natural que brotan del suelo a unos 65ºC, lo que las convierte en las más calientes del país. En Ourense hay tanto termas públicas gratuitas como privadas. Las termas públicas de Muiño da Veiga son gratuitas y al aire libre. Las de Outariz (foto principal) y las Burgas de Canedo que se encuentran a ambos lados de un puente peatonal, están rodeadas de jardines y también son gratuitas, aunque hay un balneario privado al lado. Las termas de Chavasqueira son privadas con piscinas alternas de agua caliente y fría, pero fuera del balneario hay piscinas públicas gratuitas.
Fontcalda, Tarragona
El nombre de este lugar junto al Santuario de la Fontcalda significa en catalán, literalmente, fuente caliente. El río Canaletes abrió a lo largo de millones de años un pequeño cañón, cortando paredes de piedra y formando estanques y piscinas naturales. Las aguas del manantial termal que hay al final de la garganta brotan a una temperatura de 38ºC, y además son ricas en cloruros, carbonato de calcio, sulfato de magnesio y cloruro de sodio.
Alhama de Granada, Granada
El nombre de Alhama deriva del árabe «al-hammam», que significa baños termales, y sirve para identificar a varios lugares en España donde el agua brota caliente de la tierra. Estos baños se encuentran a solo tres kilómetros de la ciudad de Granada, su las propiedades curativas de sus aguas termales se conocen desde el tiempo de los romanos en la Península. Aquí hay un balneario que por un módico precio permite acceder a una piscina de aguas termales al aire libre, abierta desde abril hasta noviembre. La opción gratuita son las piscinas termales junto al río Aljama, debajo del puente. Las aguas salen de una cueva y después de pasar por las piscinas, desembocan en el río.
Pozas de Arnedillo, La Rioja
A lo largo de la orilla del río Cidacos, cerca del municipio de Arnedillo, se encuentran tres pozas alineadas de donde fluye a una temperatura de 52°C. Unas piscinas construidas en piedra, resultado de una reciente renovación, permiten disfrutar de las aguas, que a medida que pasan de una poza a otra van bajando de temperatura hasta alcanzar unos agradables 35-40ºC. Los romanos también utilizaban estas termas para el baño y por sus propiedades medicinales.
Alhama de Aragón, Zaragoza
Esta pequeña localidad se encuentra a orillas del río Jalón, un afluente del Ebro. Aquí se levanta un hotel balneario que data de principios del siglo XX, con escalinatas de mármol, lámparas de cristal y estatuas que nos transportan a otras épocas. Sin embargo, el balneario se encuentra junto a un lago termal, abierto al público y rodeado de jardines, donde se puede tomar un baño en sus aguas que se mantienen a una temperatura de 32ºC incluso en medio del invierno.
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