España, con su diversidad de paisajes y climas, ofrece algunos lugares espectaculares para presenciar el cambio de color de las hojas en otoño

El cambio de color de las hojas en otoño es un fascinante fenómeno natural que se debe a una combinación de procesos biológicos y cambios ambientales. A medida que los días se acortan y las temperaturas bajan en otoño, los árboles se preparan para el invierno. Esto señala el comienzo de un proceso llamado senescencia, que es el envejecimiento o declive de las hojas.

La clorofila es el pigmento que da a las hojas su color verde y es crucial para la fotosíntesis, el proceso por el cual los árboles convierten la luz solar en energía. En otoño, los árboles gradualmente cierran las venas que llevan agua y nutrientes a las hojas y, como resultado, la producción de clorofila se reduce. Esto hace que el verde se desvanezca y permite que otros pigmentos, que siempre han estado presentes en las hojas pero ocultos por la clorofila, se muestren y tomen el relevo de la clorofila.

Estos pigmentos incluyen, por ejemplo, los carotenoides, que proporcionan tonos amarillos y naranjas. Son los mismos pigmentos que dan color a las zanahorias y los plátanos. Las antocianinas aparecen en algunas hojas en respuesta a la luz solar y a las bajas temperaturas del otoño, proporcionando tonos rojos y morados. Estos pigmentos no están presentes durante todo el verano, sino que se producen hacia el final de la temporada de crecimiento.

La temperatura, la luz y el agua, también afectan la intensidad y el tono de los colores de otoño. Por ejemplo, los otoños soleados con noches frescas, pero no heladas, tienden a producir los rojos más brillantes.

Este proceso no solo es hermoso, sino que también es una parte importante de la preparación de los árboles para el invierno, permitiéndoles conservar energía y recursos. Además, la caída de las hojas ayuda a los árboles a evitar el daño que podría causar la acumulación de nieve en sus ramas.

España, con su diversidad de paisajes y climas, ofrece algunos lugares espectaculares para presenciar el cambio de color de las hojas en otoño. Aquí están cuatro de los más destacados:

Selva de Irati, Navarra

Selva de Irati Navarra

Este es uno de los bosques mixtos de hayas y abetos más grandes y preservados de Europa. En otoño, la Selva de Irati se transforma en un espectáculo de colores, con tonos que van del amarillo al rojo. Es un destino popular para los amantes del senderismo y la fotografía natural.

Hayedo de Montejo, Madrid

Hayedo de Montejo

Situado en la Sierra del Rincón, este hayedo es especialmente conocido por su belleza en otoño. Las hojas de los árboles adquieren tonos amarillos, naranjas y rojos, creando un paisaje otoñal clásico. Dada su popularidad, a menudo es necesario reservar con antelación para visitarlo.

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Huesca

Ordesa Monte Perdido

Este parque nacional en los Pirineos es famoso por su flora y fauna, así como por sus impresionantes paisajes montañosos. En otoño, los bosques de hayas y abetos ofrecen un espectáculo colorido, complementado por las vistas de las montañas.

Bosque de Muniellos, Asturias

Muniellos

Reserva de la Biosfera de la UNESCO, es el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. En otoño, los robles, junto con otras especies como hayas y abedules, ofrecen una gama de colores impresionante.

Cada uno de estos lugares ofrece una experiencia única para disfrutar del otoño, con oportunidades para caminatas, fotografía y simplemente disfrutar del tranquilo espectáculo de la naturaleza.

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