El análisis de los esqueletos de hace 6.600 años hallados en unas tumbas en Polonia indica que la desigualdad económica entre los humanos existía mucho antes de lo que se pensaba, y que había ricos y pobres entre estos humanos

La arqueóloga Chelsea Budd viajó con su equipo hasta la ciudad polaca de Oslonki para analizar unos esqueletos del neolítico y conocer la dieta del ser humano durante esa época. No pretendían investigar sobre la riqueza de las poblaciones antiguas, pero, para su sorpresa, se encontraron varios objetos valiosos enterrados junto a algunos de los esqueletos

Tras analizar los huesos y los objetos, concluyeron que las personas que habían tenido dietas más completas eran las que estaban enterradas junto a los objetos más valiosos. Según los investigadores, los objetos enterrados no eran donaciones de las familias, sino algunas de las posesiones más valiosas que tuvieron los fallecidos en vida.

A la izquierda, esqueleto con placas de cobre cerca de la mano; a la derecha, reproducción de los objetos encontrados: placas y cuentas de cobre, conchas y otros adornos. Fuente: Cambridge.org

 

Hasta ahora, los primeros indicios de que existió un vínculo directo entre la dieta y el estatus social databan de la Edad de Bronce. Este nuevo estudio indica que esta relación ya se producía siglos antes, en la Edad de Piedra.

«Estamos presenciando el surgimiento de las desigualdades sociales y económicas en las primeras comunidades prehistóricas», indica Chelsea Budd, la autora del estudio. En total ella examinó, junto a su equipo, los esqueletos de 30 personas enterradas durante la Edad de Piedra. Encontraron que aquellos huesos que tenían más isótopos de carbono 13 se solían enterrar junto a ajuares más valiosos, generalmente hechos de cobre.

Los huesos muestran las pruebas más antiguas de la existencia de desigualdades sociales y económicas en la prehistoria

Los isótopos de carbono 13 son estables y, a diferencia de los isótopos inestables de carbono 14, no se degradan con el paso del tiempo. Se encuentran en la atmósfera, y las plantas lo absorben a través del suelo, del agua y de la fotosíntesis. Cuando los animales se comen las plantas, los isótopos pasan a formar parte de su cuerpo.

Midiendo la cantidad de isótopos de carbono 13 presentes en los huesos, los investigadores del estudio pudieron saber qué tipo de alimentos comían en su dieta. Algunas personas tenían acceso a grandes campos y a animales que pastaban en zonas más amplias y mejor iluminadas por el sol (lo que supone más cantidad de carbono 13 en las plantas), mientras que otras personas no.

REFERENCIAS

All things bright: copper grave goods and diet at the Neolithic site of Osłonki, Poland

Kinship-based social inequality in Bronze Age Europe

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