Retrocediendo ocho generaciones, la mayoría de la gente tendrá la friolera de 256 antepasados. Esto se llama árbol genealógico «consanguíneo». 

De nuestra era, los expertos dicen que en el año cero había un total aproximado de 100 millones de personas en el mundo, niño arriba, niño abajo. Comparado con ahora, el mundo estaba vacío.

Si estudiamos la genealogía ascendente de una persona nacida hacia la mitad del siglo XX, y tenemos en cuenta una media de 30 años por generación, la 29ª generación vivió en el s. XI y a la 29ª generación le corresponden unos 268 millones de personas. Sin embargo, entonces sólo vivían en la Tierra unos 100 millones de personas. ¿Cómo es posible?

Todos los humanos del planeta tenemos al menos un ancestro común.

Dos padres, cuatro abuelos y ocho bisabuelos. Cuatro generaciones atrás, tus ancestros directos son 32. Pero si seguimos multiplicando, saldría que hace 40 generaciones tendríamos 1.099.511.627.776 ancestros, todos viviendo a la vez en el año 405 antes de Cristo. Esto es imposible, nunca hubo tantos humanos. El asunto se explica porque nos mezclamos unos con otros.

Si nos vamos a la Eva mitocondrial,  según la genética humana, fue una mujer africana que, en la evolución humana, correspondería al ancestro común más reciente femenino que poseía las mitocondrias de las cuales descienden todas las mitocondrias de la población humana actual, según pruebas de tasas de mutación de genoma mitocondrial. Vivió aproximadamente hace 200.000 años.

Pero entonces, si desde que nuestra especie apareció en escena 200.000 años atrás han existido unas 7.000 generaciones que conducen hasta la nuestra, ¿dónde están todos los ancestros perdidos? La respuesta es que en todas las épocas, se cruzaron unos con otros. Es decir, todos tenemos ancenstros comunes, una vieja tataratataratataraabuela común.

Como ejemplo, Carlos Habsburgo, conocido como Carlos II de España (1661-1700), era tan endogámico que solo tenía 29 antepasados ​​y, como resultado, sufría de grandes discapacidades físicas.

A lo largo de la historia ha sido más que popular la endogamia y compartimos muchos de nuestros ancestros. Por eso todos los seres humanos del planeta tenemos al menos un ancestro común, una persona que vivió hace cerca de 3.000 años.

Podrías descender de Gengis Kan

Como curiosidad, en 2003, un inédito estudio aseguraba que cerca de un 0,5 por ciento de la población masculina mundial sería descendente de Gengis Kan, conquistador mongol que reinó en Asia hace unos 700 años.

Esto implica que cerca de un 8% de los hombres (alrededor de 16 millones de individuos) que residían en el antiguo imperio mongol portaban cromosomas casi idénticos, de un linaje iniciado alrededor de mil años atrás.