El rechazo se subraya en casi todo el mundo con un movimiento de cabeza de lado a lado; el origen del gesto podría estar en la más tierna infancia

Quizá haya oído que en algunos países del mundo, por ejemplo, en Bulgaria y en partes de Albania, la gente asiente para expresar su desaprobación y mueve la cabeza de lado a lado para indicar que está de acuerdo. Es decir, al revés que en la mayor parte del mundo, sin embargo estas son excepciones a una regla que se aplica en muchas culturas diferentes, incluso aquellas que no habían tenido contacto previo con otras.

El naturalista inglés Charles Darwin se preguntó durante sus viajes por qué este gesto se encuentra en todo el mundo. En su libro de 1872 «La expresión de los movimientos de la mente en el hombre y en los animales» formuló una teoría interesante. En los bebés, el primer acto de negación consiste en un rechazo de la comida, en concreto cuando apartan la cabeza del pecho de su madre hacia un lado indicando que no quieren más, y más tarde hacen lo mismo al intentar alimentarlos con una cuchara.

Esta teoría de Darwin parece plausible si se tiene en cuenta que los bebés tienen poco control motor sobre los músculos del cuello, por lo que hay que sostenerles la cabeza, por ejemplo, cuando se les da el pecho. Además, los bebés no pueden desactivar su reflejo de succión. Por lo tanto, si quieren dejar de alimentarse, tienen que girar la cabeza.

Sin embargo, el que esto sea el origen del movimiento de la cabeza para decir no es más difícil de probar empíricamente. Por un lado, las sacudidas de cabeza se dan, con muy pocas excepciones, en todas las culturas del mundo. Sin embargo las excepciones no refutan la teoría de Darwin, ya que sabemos que muchos comportamientos innatos pueden ser «sobreescritos» por imposiciones culturales.

Por ejemplo, en Turquía la gente echa la cabeza hacia atrás en señal de rechazo, por ejemplo, cuando no quieren hacer algo, pero siguen moviéndola de lado a lado para mostrar desacuerdo, por ejemplo, con una opinión.

Según la teoría de Darwin, incluso los niños nacidos sordos y ciegos deberían mover la cabeza para expresar su desaprobación, aunque nunca havan sido testigos de este gesto, y los pocos estudios realizados sobre los gestos en los niños sordociegos sugieren que también es así.

Por si fuera poco, este gesto no se observa únicamente en los humanos. Otros mamíferos que amamantan de forma similar a sus crías, y en especial los primates más cercanos a nosotros, como los bonobos, también mueven la cabeza para expresar rechazo.

Sin embargo, otras especies de simios no lo hacen. Esto puede deberse a que en estos casos, el rechazo se expresa simplemente marchándose. Mover la cabeza es una forma más avanzada, y más social, de expresar rechazo o descacuerdo, porque al menos nos quedamos ahí.