Los geólogos han vuelto a examinar el subsuelo de Yellowstone y han detectado más magma del esperado. ¿Qué significa esto para el futuro inmediato del supervolcán?

La erupción de un supervolcán es una de las catástrofes naturales más potentes de la Tierra, cuyas consecuencias pueden devastar continentes enteros. Uno de estos peligros yace latente bajo el Parque Nacional de Yellowstone en EE UU. Yellowstone es uno de los mayores supervolcanes del mundo, que ha entrado en erupción a gran escala al menos tres veces en los últimos 2,1 millones de años, cubriendo Norteamérica de ceniza y roca. Entre medias se han producido erupciones menores; la última tuvo lugar hace unos 70 000 años, cuando la lava fluyó por la caldera.

Un equipo dirigido por Ross Maguire, de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, ha medido el volumen y la composición de la cámara magmática del monstruo y ahora ha presentado los resultados en la prestigiosa revista Science. Según el análisis del grupo de investigación, el depósito de roca fundida contiene el doble de la cantidad de magma que se conocía hasta ahora. Sin embargo, esto no significa que una erupción se haya vuelto más probable. Según los científicos, esto está relacionado con la composición del material de las cámaras de magma. Yellowstone se alimenta de dos cámaras, una cerca del manto y otra unos kilómetros por debajo de la superficie. Ambos contienen una mezcla de roca completamente fundida y material parcialmente cristalizado.

La composición de este lodo ayuda a determinar la probabilidad de erupción del supervolcán: cuanto mayor sea la proporción entre roca fundida y cristales sólidos, mayor será la probabilidad de que el magma se desplace hacia arriba y el volcán explote. Por ello, Maguire y compañía analizaron los datos sísmicos de Yellowstone de los últimos 20 años para determinar la proporción de ambos materiales en la cámara magmática superior. Aprovecharon el hecho de que las ondas sísmicas viajan más despacio a través de secciones con mayor cantidad de roca fundida que a través de zonas más firmes y, por tanto, más «duras».

Los investigadores introdujeron los datos en un modelo informático para crear una imagen tridimensional de la cámara y de las olas que la atravesaban. Los estudios anteriores sólo utilizaban modelos lineales. Como resultado, los geólogos determinaron que la cámara magmática está formada por una media de entre el 16% y el 20% de roca fundida, mientras que las estimaciones anteriores sólo llegaban a un valor del 9%. Convertido, esto significa unos 1.600 kilómetros cúbicos de magma, casi el doble de la estimación anterior de unos 900 kilómetros cúbicos.

Sin embargo, no hay amenaza de erupción en un futuro inmediato, ha escrito Maguire. Incluso la estimación más alta sigue estando muy por debajo de la proporción del 35 al 50% de magma necesaria para una erupción, afirmó. «Yellowstone puede pasar gran parte de su ciclo vital con cierto deshielo sin que se produzca una erupción», afirma el científico. Sin embargo, cuando llega el momento, apenas hay tiempo de preparación. Según los estudios, los primeros signos de una erupción aparecen probablemente sólo un año antes.

REFERENCIA

Magma accumulation at depths of prior rhyolite storage beneath Yellowstone Caldera