Tradicionalmente se piensa que cuando estamos intoxicados con alcohol, otras personas nos parecen más atractivas, pero un nuevo estudio encuentra que en realidad se trata del coraje

En inglés se habla de «gafas de cerveza» (beer goggles) para referirse a cuando las personas que están bajo la influencia del alcohol ven a los demás más guapos de lo que harían en otras circunstancias. Pero, según un nuevo estudio, este fenómeno no se ha analizado sistemáticamente. En las investigaciones anteriores, los participantes se limitaban a evaluar el atractivo de otras personas sobrias y en estado de embriaguez basándose en fotos.

La creencia generalizada sobre los efectos del alcohol es que la intoxicación hace que los demás parezcan más guapos. Pero este reciente estudio publicado en la revista Journal of Studies on Alcohol and Drugs añadió un elemento más realista: la posibilidad de conocer a las personas.

Para los investigadores el alcohol es «valentía líquida». Sus resultados indican que su consumo aumenta las probabilidades de acercarse a personas que ya se consideran atractivas, pero que no hace que los demás parezcan más atractivos.

Para llevar a cabo el trabajo, la investigadora principal, la doctora Molly A. Bowdring, del Centro de Investigación Preventiva de Stanford, en Palo Alto, California (afiliada a la Universidad de Pittsburgh en el momento de realizar este estudio), y su director de tesis, el doctor Michael Sayette, llevaron al laboratorio a 18 parejas de amigos varones de unos 20 años para que calificaran el atractivo de las personas que veían en fotos y vídeos.

Se dijo a los participantes que podrían tener la oportunidad de interactuar con una de esas personas en un experimento futuro. Tras puntuar su atractivo, se les pidió que seleccionaran a las personas con las que más les gustaría interactuar.

Es posible que el alcohol no esté alterando la percepción, sino aumentando la confianza

Dos parejas de amigos acudieron al laboratorio en dos ocasiones. En la primera, ambos hombres recibieron alcohol (hasta aproximadamente una concentración de alcohol en sangre del 0,08%, el límite legal para conducir en Estados Unidos); y en la segunda, recibieron una bebida sin alcohol. Los investigadores llevaban parejas de amigos al laboratorio para imitar las interacciones sociales que tendrían lugar normalmente en una situación real de consumo de alcohol.

Los investigadores no encontraron pruebas de que los participantes se vieran influídos por la cerveza. El hecho de que los participantes estuvieran o no intoxicados no influyó en lo guapo que les parecieran los demás. «El conocido efecto del alcohol de «gafas de cerveza» aparece a veces en la literatura, pero no de forma tan consistente como cabría esperar», observa Sayette.

Sin embargo, el consumo de alcohol sí afectaba a la probabilidad de que los hombres quisieran interactuar con personas que consideraban atractivas. Cuando bebían, eran 1,71 veces más propensos a seleccionar a una de sus cuatro candidatas más atractivas para conocerlas en un futuro estudio, en comparación con cuando estaban sobrios.

Es posible que el alcohol no esté alterando la percepción, sino aumentando la confianza en las interacciones, dando a los hombres valor líquido para querer conocer a quienes encontraban más atractivos, algo que de otro modo sería mucho menos probable que hicieran.

Estos resultados podrían tener implicaciones para terapeutas y pacientes, señalan los autores. «Las personas que beben alcohol pueden beneficiarse si reconocen que las motivaciones e intenciones sociales valoradas cambian al beber de formas que pueden ser atractivas a corto plazo, pero posiblemente perjudiciales a largo plazo», dice Bowdring.

REFERENCIA

Beer Goggles or Liquid Courage? Alcohol, Attractiveness Perceptions, and Partner Selection Among Men