El Peugeot e-Rifter es uno de los pocos vehículos eléctricos cero polución que veremos en los centros de las ciudades cuando se activen las zonas de bajas emisiones (ZBE) a partir de enero.

Cuando Stellantis lanzó el Peugeot e-Rifter, uno de sus últimos eléctricos, muchos creyeron que se trataba de un vehículo más. Peugeot innovó, cambió el concepto de movilidad, proporcionó una opción sostenible y abrió las puertas al campo, a esa naturaleza donde la contaminación ya no es éticamente posible. Con el Peugeot e-Rifter la marca se sacó de la chistera una baza que las próximas generaciones aplaudirán.

Golpes de acierto

El e-Rifter es uno de esos coches difíciles de encasillar. Tiene un poco de SUV, otro de monovolumen, muchos ingredientes de los coches familiares y una gran vocación medioambiental. Puede configurarse con cinco o siete plazas, transportar en su interior lo que nadie se imagina (hasta 4.000 dm3) y viajar de Madrid-Palencia sin cargar la batería. Y cuando le toca hacerlo, recurrir a un punto de carga monofásico de 7,4 kW (los domésticos) o trifásico de 11 kW en opción.

La moda del eclecticismo

En las últimas décadas hemos asistido a la evolución de la tecnología todo en uno. Hace ya años que se puede escuchar buena música en un equipo compacto, que los teléfonos llevan flash incorporado para hacer fotos nocturnas y que las batidoras de brazo han dejado paso a los robots de cocina. En el universo Peugeot la evolución ha ido paralela, ¿Por qué un vehículo para la ciudad, otro para viajar, uno diferente para disfrutar de la vida al aire libre y hasta uno distinto para hacer repartos? Esta son las preguntas que se hizo la marca a la hora de diseñar el e-Rifter. Concluyeron que debían crear un modelo que fuera igual de útil para consumidores tan diferentes como un autónomo, un cabeza de familia numerosa o un amante de la aventura y tener un precio que no superara los 37.000 euros. Lo dotaron de espacios portaobjetos, lo hicieron muy modular, incluyeron cámara trasera para ayudar en las maniobras marcha atrás y le incorporaron un motor eléctrico de 100 kW (136 CV) más una batería de 50 kWh para alcanzar una autonomía de 280 km. Le añadieron además un puesto de conducción de corte deportivo. En Peugeot lo llaman i-Copkit y resulta rompedor por su volante compacto para favorecer la maniobrabilidad, la pantalla táctil y un cuadro digital de instrumentación a la altura de los ojos.

El producto estaba listo para conquistar el mercado a pesar de que no contaba con una de las piezas fundamentales en un automóvil tradicional…

Un coche con una sola marcha

Lo que no le pusieron es una caja de cambios ni manual ni automática en sentido tradicional. Una sola marcha tiene el e-Rifter porque el empuje es constante en cualquier momento como ocurre en todos los motores eléctricos; no hace falta engranar diferentes velocidades buscando el régimen óptimo de funcionamiento del propulsor. Da lo mejor de sí en todas las ocasiones.

La solución es ya conocida en la casa. El Peugeot e-208, el e-2008 y el e-Partner también incorporan este sistema que incluye la posibilidad de elegir el modo de conducción que se desea. En el e-Rifter se llaman Eco, cuando se quiere alargar la autonomía; Normal, aconsejable para un uso diario; y Power, si se va a transportar carga pesada o se prefiere una conducción dinámica.

Esto no es nuevo

La apuesta por la movilidad eléctrica viene de antiguo en la casa Peugeot. En 1941 diseñó su primer automóvil movido por baterías, el Peugeot VLV. Había entonces una guerra, escasez de combustible, un futuro incierto… Tan lejos, tan cerca.

 

Peugeot_VLV_1941.

Peugeot VLV de 1941 movido por baterías.

Ahora, más de ochenta años después, sigue adelante con su apuesta por la electrificación. A partir de 2030 todos los modelos que comercialice serán únicamente eléctricos. En la gama ya están el utilitario polivalente Peugeot e-208, el SUV e-2008 y los comerciales e-Traveller, el e-Partner, el e-Expert y el e-Boxer. Habrá más. Ya no hay marcha atrás.

Cambio climático obliga. De los 20 años más cálidos desde que se tiene registro, 19 han transcurrido en el siglo XXI. Las medidas para revertir la situación ya se están tomando. A partir del próximo mes de enero, los municipios de más de 50.000 habitantes deberán activar zonas de bajas emisiones (ZBE) como ya ocurre en Madrid y Barcelona.

Algunos ayuntamientos todavía no han desvelado sus planes, pero necesariamente pasarán por la restricción de los vehículos contaminantes y la apuesta por la sostenibilidad. Las furgonetas y los vehículos sin emisiones se adueñarán de la ciudad, la polución se reducirá y el tráfico se serenará. Es ahí cuando los eléctricos como el Peugeot e-208, el e-2008, el e-Rifter y el resto de la gama se convertirán en los reyes de los centros urbanos. Serán ellos y otros como ellos los que nos permitirán dejar a las próximas generaciones el futuro que a nosotros nos gustaría encontrarnos si llegáramos allí.

Peugeot-e-208

Peugeot e-208 eléctrico.

 

El Peugeot 2008 también tiene una versión eléctrica.

El Peugeot 2008 también está disponible en versión eléctrica