La crisis del actual modelo energético, los conflictos bélicos (invasión de Ucrania incluida), la tendencia inflacionista o la incertidumbre económica y social son distintas caras de una misma realidad. Una realidad que, desgraciadamente, nos deja con el agua al cuello mes a mes. Es por ello que palabras como ahorro, eficiencia u optimización deben comenzar a cobrar sentido, real y efectivo, en nuestro devenir más cotidiano. Partiendo de dicho prisma, hemos decidido compartir con todos vosotros algunos trucos y consejos para ayudaros a escoger la mejor tarifa de luz y gas. Qué nadie olvide que las familias más vulnerables destinan actualmente alrededor del 50% de sus ingresos a cubrir estas necesidades.

Escoge una tarifa de luz y gas sin permanencia

La situación actual ha derivado en un mercado realmente volátil y en continuo movimiento. Lo que un día puede parecer ventajoso, al siguiente se convierte en todo un lastre. Por tanto, resulta más que recomendable no atarse con nada ni nadie. Hay que optar por tarifas que nos permitan modificar el contrato, darnos de baja o cambiar de compañía sin penalización alguna de por medio. Las Tarifas de Luz sin permanencia son mucho más flexibles, nos permiten adaptarnos mejor al precio del mercado y, como ya hemos comentado, no cuentan con penalización económica.

Planes combinados y tarifas planas

Unificar servicios como luz, agua o gas en un solo contrato y factura también suele ser una buena forma de ahorrar en el desembolso final a realizar cada mes. No vamos a negar que las tarifas duales de gas y electricidad simplifican todo el proceso y logran hacernos ahorrar unos euros por el camino. No obstante, conviene estudiar bien lo que vamos a firmar. Siempre debemos tener claro que la opción escogida es la que más nos interesa.

Por otro lado, la tarifa plana de gas o luz se ha convertido en una alternativa bastante demandada. En este caso, hablamos de tarifas que permiten pagar el mismo precio por el gas y la electricidad todo el año. Se trata de modalidades que se elaboran en función del consumo habitual de cada cliente. Por lo que se trata de un contrato que puede lograr aportar un plus de tranquilidad. Eso sí, os recomendamos controlar habitualmente vuestro consumo para evitar excedernos del límite estipulado en el contrato.

Estudia tu situación

De nada sirve todo lo anterior si no se realiza, con carácter previo, un pequeño análisis de vuestra situación y consumo real. Tan solo tenéis que ojear el ciclo de facturación correspondiente a los últimos 12 meses para
comprobar como os comportáis, energéticamente hablando, en casa. Consumo, franjas y meses de mayor demanda, etc. Este proceso, combinado con el uso de plataformas que os aporten información sobre los distintas empresas y comercializadoras, resulta primordial para, en base a dichos cálculos, escoger el plan o tarifa que más se adecue a vuestras necesidades.

Bono Social

El bono social es un descuento en la factura de la luz destinado a familias y entornos vulnerables que cumplan una serie de requisitos. Aunque el descuento es variable en función del tramo al que pertenezcas, estudiar las condiciones y asesorarse para ver si puedes acogerte a él, es otro de esos pasos ineludibles a la hora de planificar tu ecosistema energético de la forma más eficiente posible. Al final, y como suele decirse, lograr una mejora real en el contrato de luz y gas está en tus manos.