Son dos animales, uno de la selva y otro del asfalto con más similitudes de las que imaginas. Descubre en qué se parecen el puma concolor y el Ford Puma

  1. Ambos tienen un pasado que mira a América.

El coche. La marca Ford nació en Estados Unidos y aunque el Puma ST no se vende allí, los primeros Ford de la historia se movieron por las calzadas estadounidenses

El felino. El puma concolor es nativo también de América. Su presencia se extiende desde el Yukón, en Canadá, hasta el sur de la cordillera de los Andes y la Patagonia en América del Sur.

2. Son generalistas.

El coche. Está diseñado para ser un superventas y adaptarse a diferentes tipos de compradores.

El felino. El puma concolor también sabe adaptarse a diferentes paisajes climáticos.

  1. Sus sonidos confunden

El coche. Ojo porque el Ford Puma no suena bronco como sí lo hacen los motores de ocho y doce cilindros. Su motor de tres cilindros no emite un ruido estridente, sino discreto y poco agresivo. Nada que ver con lo que realmente transmiten sus 200 caballos de potencia.

El felino. Ronronea como los felinos menores porque carece de la laringe especializada pero es un depredador para muchos tipos de presas.

  1. Un nombre que no les pertenece

El coche. El Ford Puma que ahora está a la venta es un SUV urbano, pero toma su nombre de un coupé que se comercializó en Europa entre los años 1997 y 2001.

El felino. Su nombre proviene del quechua, la lengua que hablaban los amerindios, descendientes de los antiguos incas. Significa poderoso.

  1. Su ventaja competitiva está en su parte delantera

El coche. Es un tracción delantera con una suspensión tipo McPherson. El sistema fue desarrollado por Earle S. McPherson en los años 40. La compañía Ford lo patentó en 1953 y desde entonces la mayoría de los coches utilizan este esquema en la actualidad debido a su ligereza, simplicidad y mejor apoyo de las ruedas delanteras

El felino. Tiene unas patas delanteras muy poderosas con cinco garras retráctiles en cada una de ellas. En combinación con el cuello, la mandíbula y los colmillos le sirven para atrapar grandes presas.

  1. Rapidísimos

El coche. Puede alcanzar los 220 km/h y su aceleración se queda en apenas 6,7 segundos para alcanzar los 100 km/h

El felino. Es, tras el guepardo, el felino más rápido del mundo. Puede alcanzar los 90 km/h, pero donde mejor se comporta es en la carrera corta.