El Audi A5 Sportback TDi ofrece una tecnología de microhibridación catalogada con la etiqueta ECO y un consumo de 4,9 a los 100 km
A finales de julio, el acumulado anual de la venta de vehículos diésel en España había caído un 25% frente a un 20% de los vehículos de gasolina. La demonización que se ha hecho del gasóleo y los reiterados anuncios al fin de los coches con motor de combustión están detrás de este descenso en las ventas. Pero, ni la gasolina es tan buena, ni la electricidad tan verde ni el diésel tan maldito.
El efecto perverso de las sin plomo es que emiten mayor cantidad de dióxido de carbono (CO2), un gas que causa el efecto invernadero del planeta. El de la electricidad, depende de la fuente que se haya utilizado en su obtención. Y el del gasoil, que resulta muy dañino para nuestros pulmones y corazón por los óxidos de nitrógeno (NOx) que expulsan los motores.
Pero, ¿y si todo esto fuera relativo? En 2014 la Unión Europea activó la normativa Euro VI que restringía las emisiones de los vehículos. Hoy, cien automóviles de gasóleo recién salidos de la cadena de montaje contaminan menos que uno solo producido en los años 70.
Aquí hay truco
Al esfuerzo en la reducción de emisiones se une también la tecnología que combina lo mejor del mundo de la electricidad con el de la combustión. La versión diésel del Audi A5 Sportback TDi es una muestra. El truco se llama microhibridación (MHEV). Consiste en un pequeño motor eléctrico que ayuda al térmico en determinadas circunstancias como el arranque. Logra así reducir el consumo a 4,9 litros en la versión de 163 CV, según datos oficiales.
Pero el Audi A5 Sportback TDI tiene más singularidades. La fundamental es que navega a contracorriente en un mundo dominado por los SUV. Apostar por un diseño a medio camino entre los coupés y las rancheras es un gran descanso visual. Zaga en línea descendente, portón trasero y cinco puertas son las señas de identidad de esta carrocería que en Audi llaman Sportback.
El interior del A5 Sportback apuesta por materiales de calidad e incluye detalles de alta gama que lo diferencian de los sedanes generalistas. El espacio para los pasajeros del asiento trasero no es tan generoso como en el Audi A4, pero más que suficiente para ocupantes de talla media. A cambio de este pequeño sacrificio tenemos uno de los coches más sexy que existen en estos momentos.
Actualizaciones en remoto
El Audi A5 Sportback incorpora la tercera generación del sistema de infoentretenimiento (MIB 3). Se trata de un desarrollo realizado por Cariad, una empresa del grupo Volkswagen que se encarga del software de todas las marcas del grupo. El sistema ha dado fallos en las versiones anteriores hasta el punto de costarle la cabeza a Herbert Diess, CEO del grupo Volkswagen. Esta actualización llega llena de buenos propósitos. Entre ellos la actualización a distancia del software según se vaya mejorando y también la de poder comprar algunos paquetes de funciones y equipamientos de forma online.
El Audi A5 equipa de serie un punto Wi-Fi y una pantalla de 12,3 pulgadas que permite acceder a las principales funciones del sistema. Pero, a lo mejor lo más importante del Audi A5 Sportpack TDI no es su sistema de sonido Bang & Olufsen Premium o la posibilidad de abrir las puertas desde tu teléfono, sino que quizá te haga plantearte de nuevo la pregunta de ¿por qué no un diésel?