Nissan apostó hace años por los crossover y triunfó. Hoy apuesta por electrificación y baterías en estado sólido.
Nissan se atrevió hacer trece años a algo que pocos se atreven: hacer profecías en un sector que se enfrentaba a un futuro incierto. Cuando todo el mundo apostaba por los monovolúmenes y parecía que no había otra forma de concebir el automóvil, lanzaron el Qashqai, un vehículo a caballo entre los todoterrenos y las multivan. Era el año 2007 y ya entonces tuvieron la intuición de saber lo que el mercado quería antes, incluso, de que los propios consumidores lo imaginaran.
El Qashqai triunfó a lo grande y abrió las puertas a una gama de crossovers en la casa que en la actualidad está compuesta por el Nissan Juke, el Nissan X-Trail, el Nissa Ariya. El resto de las marcas de coches se han ido sumando paulatinamente a esta tendencia que lo ha invadido todo.
¡Cómo pasa el tiempo!
Hace 16 años, cuando se presentó el Nissan Qashqai, los retos eran diferentes. Había conciencia medioambiental, pero la presión por hacer el mundo más sostenible todavía no calaba tanto en la sociedad. Ya entonces Nissan llevaba dos años apostando por la movilidad eléctrica. En 2004 anunciaron un plan de inversiones de más de 4.500 millones de euros para lanzar un vehículo eléctrico de producción masiva. Seis años de en 2010, se hizo realidad el Leaf. Ahora, llega el Ariya, un cupé crossover también 100% eléctrico.
La plataforma sobre la que se asienta el Nissan Ariya es conocida en la casa como «la alfombra mágica» por las múltiples opciones que ofrece
Ante sí tiene un reto mayúsculo porque la Unión Europea prohibirá la comercialización de vehículos con motor de combustión a partir de 2035. Todas las marcas se están preparando ya para ello. Y el Ariya no es ajeno ello.
Está construido sobre una nueva plataforma del grupo Nissan-Renault-Mitsubishi denominada CMF-EV. Los trabajadores de la casa la conocen como «la alfombra mágica» porque puede acomodar múltiples especificaciones de potencia y transmisión, bien sea una configuración de un solo motor o la e-4orce de doble motor y control de las cuatro ruedas.
Un conejo en la chistera
Pero no todo es electricidad en la vida de los coches de Nissan. ¿O sí? En el camino hacia ese futuro que anuncia ha desarrollado un sistema denominado e-Power, que combina dos mundos. Tanto el Nissan X-Trail como el Nissan Qashqai, los dos modelos que montan esta tecnología, se mueven con electricidad… hasta cierto punto. Un motor de gasolina produce la energía que recarga la batería cuando el vehículo la necesita. En el X-Trail, además, se combina con el sistema e-4orce de tracción a las cuatro ruedas.
Listos para la conducción autónoma
Casi nadie se acuerda que Nissan en 2016 ya ofrecía en Japón un modelo, el Serena, que se adelantaba a su tiempo con una tecnología denominada ProPilot.
El ProPILOT Assist que hoy montan el el Qashqai, el Leaf y el Juke es un sistema de ayuda a la conducción con algunas funciones como la de tomar las curvas sin intervención del conductor o ajustar la velocidad del coche a la del vehículo precedente.
Habrá más novedades y un futuro lleno de sorpresas, por supuesto. Ofrecerán más tecnología, conejos en la chistera y alfombras mágicas como estas a las que ya nos tiene acostumbrados Nissan para que podamos salirnos del asfalto sin trasgredir el respeto medioambiental. ¿Cuáles serán?
Lo mismo que hace 16 años rompió el mercado con el Qashqai y ahora lo sacude con la tecnología e-Power, el ProPilot Assist y el e-4orce, muy probablemente vuelva a hacerlo en el futuro con su apuesta por las baterías de estado sólido. Prometen mayor autonomía y cargas más rápidas, retos a los que todavía se enfrenta la movilidad eléctrica. De momento, Nissan ya ha anunciado que abrirá una planta piloto en Yokohama para producirlas. En 2028 la empezarán a montar los primeros modelos. Entonces será el momento de volver la vista atrás y comprobar si, una vez más, las profecías de Nissan se han convertido en realidad.