Ahora se vende en muchos colores, pero inicialmente el Land Rover Defender solo estaba disponible en verde por una curiosa razón

Cuando empezó su andadura, el Land Rover Defender, entonces llamado Land Rover Serie 1, solo se fabricaba en verde por una cuestión que poco tiene que ver con los ejercicios estilísticos que se hacen ahora. Corría el año 1948 y Europa, tras la Segunda Guerra Mundial, estaba devastada. Nadie pensaba en los automóviles de lujo, sino en los que se habían comportado como héroes en el campo de batalla. O sea, en el Willys-Overland Jeep.

Consciente del empobrecimiento de la población y de la necesidad de ofrecer un vehículo accesible, el Gobierno británico encargó a Maurice Wilks, diseñador jefe de Rover y propietario de una granja en Gales, que diseñara un modelo barato y robusto. Wilks inicialmente no se rompió la cabeza. Considerando el resultado que había tenido el Willys-Overland Jeep en terrenos complicados, recurrió a su mismo chasis formado por largueros longitudinales, suspensión por ballestas y tracción a las cuatro ruedas. Nació así el primer Land Rover Defender de la historia. O, mejor dicho, el Land Rover Serie 1.

Pensado para granjeros y agricultores, era espartano como él solo. En las puertas no había paneles interiores, los espejos retrovisores ni estaban ni se les esperaban y los asientos mullidos y la rueda de repuesto eran un extra. Austeridad al máximo nivel. Tanta, que Rover recurrió a un sobrante de pintura del ejército para darle color a las carrocerías. El verde militar pasó a ser el tono con el que se empezaron a fabricar los Land Rover Defender y el que lo ha identificado a lo largo de la historia.

El mejor del año

Pronto, el Land Rover Defender empezó a ser utilizado por fuerzas del ejército, exploradores, servicios de rescate, etc. Cuanto más aumentaba su leyenda, más refinado y versátil era. Es así como el Women’s World Car of the Year lo reconoció como el mejor coche del mundo de 2021.

75 años después de su nacimiento, este bruto sigue siendo un bruto vestido de señorito que en la versión aniversario hace guiños a su pasado. Los tornillos a la vista que hay en el interior conviven con buenos materiales, tecnología de vanguardia, comodidades y potencia. Concretamente, 404 CV en la versión híbrida enchufable P400e que ofrece una autonomía real de 40 km en modo eléctrico y un consumo de gasolina en torno a 9,5 litros de gasolina a los 100 km.

Y como no puede resistirse a olvidar sus orígenes incorpora protecciones sobre el capó para que el conductor pueda subir a montar una tienda de campaña sobre el techo. Porque ¿qué mejor manera de estar a salvo de los leones que pasar la noche a casi dos metros del suelo? No faltan tampoco las reductoras ni su capacidad de adaptarse a cualquier tipo de circunstancia. Eso sí, ahora lo hace mediante un selector en el que el usuario elige el tipo de terreno sobre el que circula. Por tanto, exclusividad al máximo… pero por supuesto bajo una carrocería verde.