El Volkswagen ID.3 se ha actualizado y ofrece tiempos de recarga más rápidos, además de un planificador para que no te vuelvas loco buscando dónde llenar de kW la batería de tu coche
En 2020 empezó a venderse el Volkswagen ID.3, un coche cien por cien eléctrico que nació con la aspiración de ser el referente que en su día fue el Golf. El Golf, que nació en 1974, rompió moldes en muchos aspectos. Era un nuevo concepto en cuanto a medidas, prestaciones, deportividad. Llegó en un momento, con poca competencia y conquistó el mercado.
La situación para el Volkswagen ID.3 es muy diferente. Ha tenido que lidiar con la pandemia, con un mercado saturado ofertas y con la irrupción de los fabricantes chinos. Situaciones complicadas que no van a alterar los planes de la marca respecto a este modelo y el resto de la gama… al menos de momento. “Vamos a mantener nuestra estrategia”, dice Eva Vicente, directora de Comunicación del VW. “Nuestra apuesta sigue siendo ofrecer automóviles muy equipados a un buen precio”.
Y eso es lo que han hecho en esta actualización del Volkwagen ID.3. Cuenta con soluciones interesantes como un planificador de rutas y un sistema Plug&Charge para que, en función de la carga disponible, del tipo de conducción que se esté realizando, de las condiciones del tráfico y el itinerario sepamos cuándo y dónde nos conviene recargar. Permite también prescindir de la tarjeta de carga que requieren las electrolineras. Basta con enchufar el coche para que el cargador identifique el coche y el proceso comience.
Sin embargo, a pesar de que el VW ID.3 tiene un precio de 41.430 euros (31.430 € incluyendo el plan Moves III y la deducción aplicable en el IRPF), han dejado para el capítulo de opciones el Head up Display de realidad aumentada. Este sistema, que ya incorporan las marcas premium, proyecta sobre el parabrisas la imagen en perspectiva de lo que tiene el coche diez metros por delante de él. Tampoco forma parte del equipo de serie otra de las joyas de la marca, el Travel Assist. Se trata de una solución que, en combinación con el Control de Crucero Adaptativo (ACC) y el Lane Assist da un paso más en la conducción autónoma. El vehículo recoge información de la zona que lo rodea – posibles atascos, señalización, etc.– y en función de ello realiza por sí mismo un tipo de conducción u otra.
Carga más rápida
Las dos versiones disponibles, Pro con batería de 62 (58) kWh y Pro S de 82 (77) kWh, ambas de 204 CV, ofrecen buenos tiempos de carga. La Pro es capaz de llenar la batería al 80% en 35 minutos siempre que esté como mínimo al 5%, mientras que la Pro S lo hace en 30 minutos.
En cuanto a las autonomías, alcanzan los 428 y 559 km, respectivamente.
Estéticamente, los cambios son pocos. Ahora tiene un coeficiente aerodinámico de 0,26 Cx (antes era 0,27 Cx) gracias, fundamentalmente, a un parachoques con nuevas tomas de aire laterales. Los pilotos traseros han sido rediseñados y poco más.
En el interior, los cambios también son mínimos y afectan sobre todo a materiales y superficies. Lo más destacado es una pantalla central de 12” frente a la de 10 de la versión anterior.