Actualizaciones del software del coche en remoto, potenciación de seis gigafactorías en Europa, una en España, y ampliación de la gama de eléctricos ID de Volkswagen para estar presente en todos los segmentos

Cuando el Volkswagen ID.3 se presentó en el Salón de París de 2016 en forma de prototipo eléctrico se creyó que aquel modelo vanguardista no era más que otro ejercicio de imaginación para sorprender a los aficionados. Seis años después, comprobamos que aquello fue el comienzo de una nueva era, de una revolución para la marca Volkswagen que dentro de nada contará con ocho modelos cien por cien eléctricos bajo las siglas ID. «Los concesionarios empiezan a tener problemas de espacio para albergar tantas novedades», ha dicho Laura Ros, directora general de Volkswagen.

A aquel VW ID.3 que ya se comercializa desde finales de 2020 se le unió enseguida el VW ID.4, un SUV también eléctrico –como todos los modelos precedidos las siglas ID–. En mayo lo hará también el ID.5 el primer SUV coupé eléctrico de VW que también se comercializará en una versión deportiva GTX. Apenas un mes después, en junio, se podrán hacer pedidos del que probablemente sea el coche más emocional de la gama: el ID Buzz o lo que es lo mismo la reinterpretación eléctrica del mítico T1 y sus derivados hippy como la VW California, la Caravelle, etc. A fin de año se entregarán las primeras unidades de este van, pero con la mirada puesta en más lanzamientos.

 

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El Volkswagen ID. 5 está a punto de llegar al mercado.

El Volkswagen ID Aero llegará en 2023 para sustituir al Passat y ya en el capítulo de concepts la marca tiene el ID Life. Se trata de un coche de estética futurista que incluso lleva una pantalla desplegable que abarca todo el parabrisas. Está pensado para ver películas en esos momentos en los que no se conduce… o para cuando llegue la conducción autónoma real y no sea necesario hacerse cargo del volante.

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El Volkswagen ID Life es de momento un concept car.

Actualización en remoto

Entre las revoluciones que ya ha emprendido Volkswagen está la de poder obtener en remoto las últimas versiones de software disponibles de la marca. Eso quiere decir que el conductor, sin necesidad de ir al concesionario, podrá actualizar muchos de los sistemas del coche. Basta con registrarse para entrar en la red Volkswagen y obtener los cambios sin moverse del asiento.

Para aquellos que todavía duden, aclarar que actualizar el software a la la versión 3.0 es importante porque permitirá aumentar la potencia de carga del coche, ofrecerá un mejor sistema del reconocimiento de voz y más funcionalidades del head up display. También sugerirá cambios de ruta y del modo de conducir basándose en lo que ellos llaman «inteligencia colectiva», es decir de análisis de diferentes parámetros mientras se realizan los desplazamientos. O sea, realmente como para pensárselo. Otro de los aspectos a tener en cuenta es que esta operación se puede hacer en el concesionario en el supuesto de que al conductor le dé pereza hacerlo por sí mismo.

Igual que en el teléfono móvil

El sistema de actualización en remoto «over the air» es todavía muy revolucionario en el mundo del automóvil, pero es algo que llevamos haciendo años en nuestros teléfonos. La ventaja es que, como ocurre con nuestros móviles, nos permite comprar o instalar online sistemas que a la hora de la adquisición del vehículo no elegimos. Basta imaginar por ejemplo que en su día no se consideró incorporar al coche la opción del aparcamiento en remoto. Puede que meses después interese esta opción. Con el software 3.0 podrás incorporarlo a tu coche con la misma facilidad que te descargas una aplicación en tu móvil. Por supuesto, algunas opciones serán de pago… igual que ocurre en el mundo de la telefonía.

Gigafactorías y un objetivo ambicioso

Volkswagen quiere ser neutral en cuanto a emisiones en 2050. Y para conseguirlo no solo va a hacer inversiones millonarias en sus plantas, sino que también va a exigir a sus proveedores la utilización de fuentes renovables. Es decir, pondrá medidas para conseguirlo en todas aquellas etapas que dependan de la marca pero, ¿y una vez que el coche esté en mano de los usuarios? Aquí lo que hará Volkswagen es tratar de favorecer la recarga de su gama de coches eléctricos.

La marca está en pleno proceso de creación y utilización de 6 gigafactorías en Europa en las que se producirán baterías para su gama ID. Una de ellas puede estar en Sagunto, Valencia, si logran que el proyecto se englobe dentro del plan PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica). También Volkswaten forma parte de Ionity, una red de puntos de carga rápida con 50 postes de 350 kW y otros 5.000 con diferentes potencias. Parecen suficientes, pero si de verdad se desea que la movilidad eléctrica sea una realidad, la infraestructura tendrá que crecer más y más deprisa con la ayuda de Volkswagen… pero también del resto de los agentes implicados en la movilidad.