El Mustang Mach-E mantiene la trayectoria sin que el conductor presione los pedales o tenga las manos en el volante gracias al sistema BlueCruise de conducción autónoma
Ford ha sido la primera marca en romper el hielo de la conducción autónoma sin límite de tiempo. El Mustang Mach-E acaba de estrenar una tecnología denominada BlueCruise que sienta las bases de la conducción autónoma por autopistas sin límite de tiempo.
El coche puede desplazarse kilómetros y kilómetros sin intervención del conductor. Para hacerlo, BlueCruise cuenta con una cámara óptica en el parabrisas, otra en la parrilla delantera, dos más en los retrovisores y un radar frontal para detectar si hay automóviles delante. Toda esta tecnología se apoya en soluciones ya conocidos en Ford como el de tener centrado permanentemente el coche dentro del carril o el de mantener fija la distancia con el vehículo precedente. Esto se combina con la capacidad de que el motor se pare en caso de atasco y vuelva a reanudar la marcha cuando el tráfico vuelve a fluir.
Con los sistemas de asistencia a la conducción actuales, el conductor solo puede estar sin tocar el volante durante 15 segundos.
Con este conjunto de desarrollos, el Mustang Mach-E va leyendo las líneas de la carretera, las señales del tráfico e interpretando las señales cambiantes del tráfico. En función de todo ello, traza las curvas, acelera o frena sin que haya que intervenir. Al mismo tiempo, una cámara situada en el cuadro de mandos monitoriza la mirada y la posición de la cabeza del conductor para intentar garantizar que los ojos permanecen fijos en la carretera. Con los sistemas de asistencia a la conducción actuales, solo se puede estar sin tocar el volante 15 segundos.
Así funciona
El sistema de conducción autónoma BlueCruise se activa pulsando un botón en el volante. En ese momento, aparece en el cuadro de instrumentación una información en azul que indica que ya nos podemos desentender de volante y de los pedales… hasta cierto punto. El conductor siempre tiene que estar pendiente de un posible aviso para retomar el control del coche. ¿Cuándo ocurre esto? Cuando el BlueCruise de conducción autónoma detecta una situación anómala como pintura desvaída en la carretera, obras en la calzada o determinadas curvas.
Si tras esos avisos de toma de control el conductor no coge el volante, el coche realiza pequeñas frenadas intermitentes. Si aun así sigue sin reaccionar, el Blue Cruise de conducción autónoma reduce la marcha hasta 10 km/h, pero siempre leyendo la calzada y manteniendo la trayectoria. Este desarrollo ha sido probado en 1.100.000 kilómetros con cero incidencias.
Actualmente en España hay 28.500 km por los que se puede circular con este sistema de conducción autónoma. De los 651 km que hay de Madrid a Cádiz, por ejemplo, se puede conducir en forma autónoma 626 km. En todos los casos hablamos de trazados que cuentan con un divisor sólido entre los dos carriles direccionales. O sea, lo que en Ford llaman Blue Zones.
¿Cuánto cuesta?
El BlueCruise de conducción autónoma de momento está disponible en el Mustang Mach-E, pero lo incorporarán pronto otros modelos de la casa como el Focus, el Kuga, la Transit… Su particularidad radica en que no se ofrecerá como equipamiento de serie u opcional, es decir, no se podrá comprar e instalar indefinidamente en el coche como puede ser el sistema de sonido o el climatizador. Ford lo va a ofrecer en régimen de suscripción a razón de 24,99 euros al mes, con un periodo gratuito de prueba de 90 días. En la casa también están estudiando que pueda solicitarse en modelos que han sido comercializados recientemente.
La primera en homologarlo
Ford ha sido el primer fabricante en recibir la aprobación por parte del Ministerio de Industria de la conducción «sin manos, con la vista en la carretera» en las autopistas españolas. O, lo que es lo mismo, la homologación de conducción autónoma nivel 2+. No es el primer país de la Unión Europea que lo hace. Alemania ya contaba con la aprobación del KBA, el ministerio encargado de este tipo de homologaciones. Ese primer paso es lo que ha permitido a España solicitar aquí una extensión, que ahora se hace oficial y que introduce, por primera vez en nuestro país, la posibilidad de desplazarse por nuestras autopistas… sin utilizar los pies ni las manos.
