El nuevo Toyota CH-R se comercializará en diferentes continentes, pero no en Japón a pesar de tratarse de una marca japonesa

Hace siete años que se lanzó el primer Toyota CH-R de la historia. Fue el segundo modelo de la firma que apostó por la hibridación. Primero lo hizo el Prius, pero el CH-R se adjudicó el honor de ser el primer SUV de Toyota que lo hacía. Ahora es el turno de la segunda generación de este modelo que solo se venderá en versiones híbridas: inicialmente se lanzará como HEV full hybrid (sin enchufe) con una cilindrada de 2.0 litros y tracción trasera o integral (200 CV en ambos casos). La gama se completará con una versión 1.8 también HEV de 140 CV y con otra híbrida enchufable (PHEV) también de 2.0 litros que llegará al mercado español a primeros del año que viene. Y lo hará con todo el background que Toyota tiene en materia de hibridación.

Un punto de partida sin riesgos

¿Qué ha cambiado en esta generación del Toyota CH-R? Está construido sobre la misma plataforma que el anterior, pero con mejoras sustanciales en cuanto a aislamiento y suspensiones. Esto se traduce en fiabilidad a la hora de conducir porque el coche va por donde realmente uno desea, sin extraños ni comportamientos imprevistos.

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El punto de partida, pues, ha sido bueno, pero Toyota tenía ante sí otros desafíos pendientes respecto a la generación anterior. Los usuarios demandaban más espacio en las plazas traseras. En la casa se pusieron a trabajar sobre ello y sí han logrado mayor habitabilidad pero sin olvidar que se trata de un vehículo condicionado por sus 4,3 metros de longitud y una zaga con vocación coupé. El elevado sonido a bordo, otra vieja queja de los conductores de la anterior generación, es ahora menor gracias a que las revoluciones del motor durante la conducción en autopista se han reducido hasta en 500 rpm.

Servidumbres digitales

En la parte delantera, el Toyota CH-R, como han ido haciendo otros fabricantes, se ha rendido a la tendencia de incluir una gran pantalla de 12.3” pulgadas en el salpicadero desde la que se gestionan algunos ajustes del vehículo. Otras funciones se activan desde el cuadro de instrumentación, aunque algunas vienen predeterminadas por próximos imperativos legales como la alarma acústica cuando se excede el límite de velocidad. El sistema funciona mediante una serie de sensores que van leyendo las señales de la carretera. Cuando el conductor circula por encima de lo permitido, aunque solo sea por 1 km/h, el coche empieza a emitir un sonido de alerta. Se puede desconectar, claro, pero hay que hacerlo cada vez que se arranca el coche; es una de las servidumbres de la reducción la siniestralidad que se ha propuesto la Unión Europea.

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Para nosotr@s

Porque este coche está pensado con los ojos puestos en Europa. Más concretamente en jóvenes europeos, sobre todo mujeres. Basa su estrategia para seducir al mercado en varios pilares. Uno de ellos es la oferta para nativos digitales con soluciones como la navegación con control del tráfico en tiempo real, accionamiento por voz de algunas funciones, etc, pero también con la posibilidad de contratar determinados servicios o aplicaciones de forma online por periodos concretos.

Candidato a los premios Women’s World Car of the Year 2024, el Toyota CH-R se ha propuesto ser neutral en emisiones de carbono de aquí a 2040. El camino para conseguirlo ya lo han iniciado con medidas como fabricar el tejido de los asientos con material procedente de reciclado de botellas de plástico. Ya no hay tampoco ningún material de origen animal. La antigua costumbre de utilizar pieles en los automóviles para recubrir salpicaderos e interior de puertas ha dado paso a una nueva tendencia de la que Toyota se ha hecho eco: utilizar plásticos más sostenibles que permiten una reducción de un 78% de CO2. Tampoco se utilizan tantas pinturas como en la generación anterior, lo que supone una eliminación del 50% en esta parte del proceso de fabricación. Y todo esto, sí, efectivamente por vocación medioambiental y porque en su previsible triunfo en Europa esta apuesta eco es decisiva.

A caballo entre dos mundos

“Hecho en Europa para los europeos» es su eslogan, aunque se fabrica en Turquía, un país entre dos continentes. También se comercializará en Australia, Israel, Nueva Zelanda e islas del Caribe. Japón de momento no está en los planes de la marca a pesar de la estética manga de este coche. “Tiene unas líneas demasiado agresivas para el mercado japonés”, ha declarado a QUO Mehmet Kilic, ingeniero jefe de Toyota. “En Japón priman la funcionalidad sobre el estilo. Allí, por ejemplo, el Toyota Yaris es un éxito. En Europa el estilo es mucho más importante». Pero también las prestaciones. En todas las versiones híbridas eléctricas del Toyota CH-R se ha instalado una batería de iones de litio de alta potencia que pesa 1,5 kg menos que su predecesora y proporciona un 14% más de capacidad. Atrás quedaron aquellos tiempos en los que Toyota se empecinaba en las baterías de niquel-cadmio, más baratas, pero con efecto memoria. Hoy, la apuesta es otra y pasa por un consumo de entre 4,6 y 5,6 dependiendo de las versiones y sí, también por el mercado europeo.