La idea comenzó hace 25 años, cuando secuenciar el código genético de un ser vivo llevaba tres años. Ahora, y gracias a que el proceso lleva sólo una semana, el profesor de biología del Massachusetts Insitute of Technology (MIT) Anthony Sinskey ha logrado aislar el gen de una bacteria llamada Ralstonia eutropha (o R. eutropha) que le permite producir polihidroxialcanoato (PHA), una forma natural de polyester.
A su vez, este científico ha extraído ese gen y se lo ha implantado a otra bacteria que suele habitar en el maíz (y en el intestino de muchos seres vivos), la conocida como Escherichia coli ( E. coli). Así es como el profesor, después de procesar semillas de maíz en su empresa Metabolix, ha logrado que en una de sus plantaciones en Clinton (Iowa) crezcan los primeros brotes.
Esta técnica, que han bautizado como “ingeniería metabólica”, da como resultado un maíz a partir del cual se podrán fabricar plásticos biodegradables. Hoy día, el mundo entero produce unos 2 billones y medio de toneladas de plástico contaminante a año. Es decir, indestructible, y que acaba frecuentemente en el océano.
Redacción QUO