Recientemente, un equipo de la Universidad de California analizó los anillos del tronco de estos árboles y descubrió que la disminución de niebla había dejado huellas de estrés hídrico en estos gigantes.

La niebla evita que pierdan agua en verano, y su ausencia podría condicionar el crecimiento de árboles nuevos, y de animales y plantas que dependen de ellos.

Redacción QUO