Vaya por delante que ni el Arca de Noé ni el diluvio universal existieron históricamente. Sin embargo, un grupo de investigadores chinos y turcos, financiados por la organización evangelista Noah’s Ark Ministries International, asegura haber encontrado los restos de la embarcación en el monte Ararat (Turquía), y así ha sido recogido en numerosos medios de comunicación.
Según sus responsables, se trata de los restos de un barco de madera con una antigüedad de unos 4.800 años, y están seguros al “99,9%” de que es la famosa Arca de la Biblia. Pero no son los primeros que afirman haberla descubierto: el año pasado se exhibió en Hong Kong la mayor réplica del Arca de Noé del mundo y un pedazo de madera petrificada de unos 5.000 años de antigüedad obtenida durante una expedición hongkonesa al Monte Ararat.
Varias razones apuntan a que el Arca sólo existe en el relato bíblico, como explica en El Mundo Javier Cavanilles: está basado en un mito sumerio, el incesto crea alteraciones genéticas que no pudieron dar lugar a la actual humanidad, o el número de especies y de tiempo para recogerlas y alimentarlas es inviable.
Redacción QUO