Cada vez resultan más curiosas las iniciativas para abandonar “esos pequeños bastoncillos de nicotina” tal como los definía el cómico Agustín Jimenez. La última de ellas, se llevó a cabo el pasado 29 de Mayo fue la del Ayuntamiento de Alcobendas (según sus propias informaciones un 27,5% de la población local es fumadora). Allí se repartieron 200 kilos de manzanas en la Plaza Mayor de la localidad, entre las personas que entregaran un cigarrillo en el marco de la celebración del ‘Día Mundial sin tabaco’.
Pero esta no es la iniciativa más curiosa contra el tabaquismo. En la comarca de Campo Arañuelo, Cáceres, buscan una salida adicional a sus plantaciones de tabaco: producción eléctrica a partir de esta planta.
En Esocia intentan que los habitantes de la ciudad de Dundee dejen de fumar dandole una paga semanal de 16 euros a cada vecino que deje para siempre el tabaco.
Y, como no podía ser menos existe en el omnipresente un grupo SWAT para dejar de fumar, claro que SWAT, en este caso, significa Students Working Against Tobacco.
Juan Scaliter