Son una mezcla de material sólido en granos, aire y agua salada. El aire que ocupa el espacio entre los granos varía entre un 30 y un 50%. En ciertas condiciones, un suelo de este tipo puede funcionar como una solución coloidal (como un gel). La cohesión del suelo, o viscosidad, puede disminuir si se ejerce una presión sobre el gel.

El proceso es complejo, pero con una presión incluso pequeña, como la de pisar encima, la viscosidad disminuye repentinamente: el agua se separa de la arena y permite que nos hundamos. Si intentamos movernos, la presión que aplicamos hace que siga disminuyendo la viscosidad, y por eso no podemos salir

Javier Armentia
Planetario de Pamplona

Enviada por Oskitar, Badalona (Barcelona)

Redacción QUO