Una reciente investigación de la Universidad de Florida pone en evidencia algo que ya sabíamos que ocurre en humanos: los cantantes de rock se llevan las mejores chicas.Una especie de ratón de América Central conquista a las hembras gracias a estridentes «canciones».

De acuerdo con Bret Pasch, autor de la investigación, lo que seduce a las hembras de estos ratones es «cuan rápido los ratones pueden repetir una nota mientras mantienen diferentes frecuencias de esa misma nota».

Al igual que sucede en las aves, el ratón de la especie Scotinomys teguina,tiene ciertas limitaciones para lograr velocidad y frecuencia en su canto. Para explicar esto recurre a una analogía con el apluso: «Cuanto más rápido aplaudimos, menos fuerte es el sonido, ya que nuestras manos no se pueden separar tanto».

Esta similitud entre aves y ratones soprendió al especialista en conducta vocal, el biólogo Jeffrey Podos de laUniversity of Massachusetts Amherst.» Los ratones y las aves utilizan mecanismos vocales completamente diferentes, por lo que la similitud entre los patrones de las canciones resulta sorprendente. Sería interesante analizar las similitudes en ambos mecanismos que puedan explicar el patrón convergente».

¿Podría la respuesta ser este ratón modificado por ingeniería genética que «canta» como un ave? El experimento, realizado por científicos japoneses, pretende buscar los orígenes del leunguaje humano.

El estudio de Bret Pasch constó de una segunda etapa en la que se demostró el papel de la hormona masculina en la canción: a un grupo de ratonesse le neutralizó la producción de la hormona masculina. Y resultó que para las hembras su canto no era tan atractivo.

La importancia del canto podría traducirse, de acuerdo con Pasch, en lo determinante que puede resultar «la habilidad de danzar para seducir en el hombre, tal y como demostró un estudio de la Universidad de Northumbria.

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Juan Scaliter