Los investigadores de la Universidad de Berkeley, en EEUU, lo tienen claro. La actividad humana es la responsable de que ciertos mamíferos, tanto carnívoros como herbívoros, sean cada vez más nocturnos. Para llegar a esta conclusión, Kaitlyn Gaynor, autora principal de este estudio publicado en Science,y su equipo analizaron el comportamiento de 62 especies en seis continentes. Gracias a cámaras activadas por movimiento, GPS, collares de identificación y visualización directa, llegaron a la conclusión de que los mamíferos, todos con un peso superior a un kilogramo, eran 1,36 veces más nocturnos de lo habitual. En otras palabras, si normalmente desarrollaban el 50% de su actividad durante la noche, ahora el porcentaje se ha elevado hasta un 68%.
El aspecto positivo de este cambio de tendencia, según los investigadores, es que todas las especies puedan convivir en el mismo espacio sin perturbarse ni aniquilarse