Los humanos solemos imaginarnos el tamaño de una persona a la que no vemos, por el sonido de su voz. Y tenemos tendencia a asociar una voz grave con una mayor estatura y envergadura, y una voz aguda con lo contrario. Pero ea regla no siempre se cumple en la realidad.
Y un buen ejemplo son los bonobos. Estos primates tienen un tamaño y envergadura similar a los chimpancés, pero su voz es mucho más aguda, lo que les hace parecer más pequeños de lo que realmente son.
Esa diferencia se debe al tamaño de us cuerdas vocales, que en el caso de los bonobos tienen la mitad de tamaño que las de los chimpancés. El hallazgo ha sido realizado por investigadores del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology.
Los especialistas no tiene una explicación a por qué la evolución ha dotado a los chimpancés de un tono de voz grave, y a los bonobos de uno agudo. Pero, en el caso de estos últimos, creen que puede ser una herramienta que favorece la tolerancia y la no agresión entre el grupo.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López