En el año 2004, dos investigadores de las universidades de Yale y Stone Brook descubrieron en el yacimiento de Tugen Hills, en Kenia, un diente fosilizado (concretamente un molar), asombrosamente pequeño. Ahora, 14 años después, uno de los autores del descubrimiento (el otro falleció de leucemia en 2015), ha publicado por fin los resultados del análisis de dicho resto.
Y las conclusiones revelan que perteneció a una especie de mono desconocida hasta hace poco. Y que, además, fue la más pequeña que ha existido nunca. O, al menos, la más pequeña conocida hasta ahora. Esta nueva especie ha sido bautizada con el nombre de Simiolus minotus. Por el tamaño del diente, los investigadores llegaron a la conclusión de que este primate pesaba tan solo tres kilos, casi como un bebé humano, y menos que un gato doméstico de tamaño medio.
El Simiolus minotus vivió hace 12,5 millones de años, durante el Mioceno. Pero, ¿por qué se extinguió? Los autores del estudio explican que el análisis del diente revela que este mono era folívoro, es decir, que comía hojas. Y con toda seguridad tuvo que competir por los recursos con los llamados monos colobine. Un duelo en el que estos últimos resultaron victoriosos.
Pero, ¿es posible afirmar la existencia de una nueva especie a partir de un solo diente? Lo cierto es que los investigadores realmente tenían tres porque, tras el descubrimiento del molar, se percataron que era similar a otros dos dientes encontrados en 1970 y 1980. Los tres tenían similitudes, y eran totalmente diferentes a cualquier otra pieza conocida.
Tal y como explicó James Rossie, uno de los autores del descubrimiento: “Es como encontrar una nave espacial en medio del desierto de Arizona. No hace falta que aparezcan doce más para saber que tienes algo especial delante de ti”.
Fuente: New York Times.
Vicente Fernández López