Las corvinas son unos peces conocidos por las ruidosas orgías que montan cada vez que se aparean en el Golfo de México. Y, ahora, investigadores de la Universidad de Texas, han descubierto que ni siquiera el paso del huracán Harvey (en agosto de 2017) impidió ese escandaloso ritual de apareamiento.
Las grabaciones realizadas por los micrófonos submarinos colocados en el área en el que se aparean estos peces, revelaron que siguieron normalmente con su ritual de cortejo y apareamiento, no solo en las jornadas inmediatamente anteriores y posteriores al paso de la tormenta, sino incluso en el mismo día en el que el ojo del huracán se situó sobre dicha zona.
Cada año, millones de estos peces se reúnen para aparearse, en un ritual en el que las hembras sueltan sus huevos y los machos los fecundan regándolos con su esperma. Pero para atraer a las hembras, los machos realizan un canto tan estruendoso, que está considerado uno de los ruidos más potentes delos que se producen bajo el mar.
Algunas mediciones sitúan el nivel de ruido en torno a los doscientos decibelios (el equivalente a la explosión de una bomba). Quienes lo han escuchado dicen que este sonido no es uniforme y que, a ratos se parece al ruido de un estadio lleno de gente, y en otros momentos al que hace un avión al despegar.
Fuente: Smithsonian magazine.
Vicente Fernández López