La paella es una de las comidas típicas españolas pero seguro que lo que muchos desconocen es que el gusto de este plato viene muy influenciado por una variable atmosférica: la presión. De hecho, las ollas a presión cocinan más rápido, precisamente por esto, por lo tanto, algo tiene que ver esta variable.

Pero para poder comprenderlo que ocurre es importante saber que la altitud influye a la hora de cocinar. Cuanto mas alto estemos sobre el nivel del mar, más rápidamente vamos a alcanzar el punto de ebullición del agua y por cada 150 metros que aumente la altitud, el punto de ebullición bajará unos 0.5ºC. En este sentido no es lo mismo estar al nivel del mar que en una montaña cocinando una rica paella o cualquier otro plato que se nos ocurra y que requiera de agua en su receta.

Esto sucede así porque a medida que ascendemos en la atmósfera disminuye la presión y a medida que disminuye la presión, la temperatura es menor y el líquido necesita más tiempo de cocción. Por lo tanto, cuando estemos a nivel del mar nuestra paella se cocinará antes mientras que en lo alto de una montaña tardará algo más. Podemos compararlo también entre ciudades: el agua hervirá antes siempre en Valencia, situada cerca a nivel del mar que en Madrid situada por encima de los 600 metros de altura. De este modo nos podemos imaginar que costará más realizar este plato a más de 2000 metros de altura.

National Paella day, Mojacar

Peter UngerGetty Images

Sin embargo, esto también puede verse afectado con la situación meteorológica que tengamos. Si tenemos un brusco aumento de presión con la llegada de un anticiclón la paella se cocinará antes de lo normal. En cambio, sí tenemos una caída de presión, como ocurre con la llegada de una borrasca, necesitaremos mas tiempo para cocinarla.

En el caso de carnes que necesitan ser fritas o asadas esto no ocurre ya que únicamente es exclusivo de platos que requieran de liquido en su receta.

Redacción QUO