Investigadores de la Universidad de Virginia Occidental han descubierto un hongo que afecta a las cigarras llamado Massopora y que contiene sustancias químicas similares a las que se encuentran en los hongos alucinógenos.
El hongo les hace perder los miembros y les otorga un comportamiento excéntrico: los machos tratan de aparearse con todo lo que encuentran, aunque el hongo ya haya consumido sus genitales y partes inferiores. A pesar del horrible estado físico de las cigarras infectadas, continúan deambulando libremente como si nada estuviera mal, contagiando a otras cigarras con su enfermedad.
Sí, suena mejor que muchas películas de terror.
«Son zombies en el sentido de que el hongo tiene el control de sus cuerpos», dijo Matt Kasson, profesor asistente de patología forestal y uno de los autores del estudio, «los adultos infectados mantienen o aceleran la actividad normal del huésped durante la reproducción del hongo, lo que permite una dispersión rápida y generalizada antes de la muerte del huésped», dijo Kasson.
En 2016 miles de millones de cigarras ascendieron en el noreste de Estados Unidos y gracias a dos estudiantes de Kasson que amaban a las cigarras pudo llevarse a cabo este estudio. Matt Berger, convenció al profesor de la importancia de estudiar el hongo y Angie Macias, acuñó un nombre para las cigarras infectadas: «saleros de la muerte voladores».
Inicialmente, el equipo de investigación intentó infectar las cigarras en un laboratorio, pero ese método no funcionó. Aún así, lograron examinar suficientes cigarras infectadas de la naturaleza para hacer este descubrimiento.
Hay quienes se preguntarán si estas cigarras zombies pueden ser un nuevo tipo de droga, a lo que Kasson responde que «tal vez, si no te importa correr un gran riesgo, estos compuestos psicoactivos fueron solo dos de al menos de 1,000 compuestos que encontramos en las cigarras y cualquiera de ellos podría ser perjudicial para los humanos».
Esther Sánchez