Los visitantes de Bellingham, en el estado de Washington (EEUU), podrán pasear por encima de más de 400 inodoros machacados. Estos artículos, que de otro modo habrían terminado en el basurero, se han utilizado en la construcción de la primera carretera del mundo declarada oficialmente verde. El tramo, llamado Meador Kansas Ellis Trail, se ha construido también con hormigón y asfalto reciclados (este último en un 30%). Los pavimentos están fabricados con un material poroso que ayuda a gestionar de forma natural el exceso de agua, y la iluminación corre a cargo de LEDs que disminuyen el consumo energético. Además, el diseño ha tenido en cuenta especialmente las necesidades de peatones y ciclistas.
El nombramiento ha tenido en cuenta todas estas características y ha corrido a cargo de la Fundación Greenroads, que ha establecido el primer estándar internacional para clasificar las carreteras según su grado de compromiso ecológico y de sostenibilidad. El proceso de evaluación, desarrollado en colaboración con la Universidad de Washington, tiene en cuenta una serie de buena prácticas en aspectos como la gestión del agua, la protección al medio ambiente, el acceso, el impacto en la comunidad y los sistemas y materiales de construcción.
Para ser declarado verde, un proyecto debe cumplir 11 requisitos básicos, pero además existen otros 37 créditos voluntarios para determinar cuál de los distintos grados disponibles se le concede: Certificado, Plata, Oro y Excelente (Evergreen). El tramo de Bellingham ha conseguido el de plata.
Ahora mismo hay otros 12 proyectos de todo el mundo esperando la certificación.
Pilar Gil Villar