Tras pasar años escudriñando las selvas y ciénagas del Congo, los chicos de la Wildlife Conservation Society (WCS)hicieron cuentas y se llevaron una grata sorpresa. La subespecie gorila occidental de llanura (el más gorila de todos, según su nombre científico: Gorilla gorilla gorilla), catalogada como gravemente amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) , cuenta con muchos más miembros vivos de los 50.000 que barajaban las cifras oficiales.
El hallazgo más importante de la investigación ha sido la existencia de abundantes colonias en dos zonas del norte del país: Ndoki-Likouala, donde habitan 73.000 de estos simios y Ntokou-Pikounda, con 52.000. El sistema seguido para realizar el recuento consistió en buscar los nidos que estos animales construyen cada día con ramas y hojas para pernoctar en ellos. En algunas zonas, se llegaron a dectectar hasta ocho individuos por kilómetro cuadrado, un auténtico récord de superpoblación goriliana.
Cuando se anunció el descubrimiento en el Congreso de la Sociedad Primatológica Internacional celebrado en Edimburgo (Reino Unido), Steven Sanderson, presidente de la WCS manifestó su reconocimiento a los esfuerzos de protección realizados por el gobierno del Congo: “Estas cifras muestan que el norte de la República del Congo contiene la veta madre de los gorilas” aseguró, “y que los programas de conservación de este país están funcionando. El descubrimiento debería constituir un llamamiento al mundo para proteger a otras especies vulnerables y en peligro, ya sean los gorilas de África, los tigres de la India o los lémures de Madagascar”.
No en vano, las amenazas de la caza y el virus del Ébola siguen cerniéndose sobre los gorilas de África Central. Y, según la IUCN, hay muchas otras especies de primates que ya se han borrado de nuestra lista de parientes, o están a punto de hacerlo.
Redacción QUO