Un granjero británico llamado Dereck Grow se ha visto forzado a sacrificar a trece vacas de la raza Heck. La cosa no tendría mayor trascendencia si no fuera porque dicha variedad bovina fue geneticamente creada por científicos nazis, en un intento delirante de revivir al antepasado salvaje de las vacas.

Ese antepasado era el auroch. Se trataba de una especie de vaca salvaje que aparece representada en algunas pinturas rupestres y que es descrita por Julio César en su crónica sobre la Guerra de las Galias, afirmando que era ejemplar tan fiero como un rinoceronte y con un tamaño descomunal, siendo solo un poco más pequeña que un elefante.

Según las crónicas, el último auroch conocido falleció en Polonia, alrededor del 1600. Pero a finales de los años 20, unos biólogos alemanes vinculados al nazismo, los hermanos Heck trataron de revivir a esta especie con diversos experimentos. El resultado no fue exactamente un auroch, sino una variedad de vaca bastante parecida al original, aunque sin su notable tamaño. Eso sí, al parecer heredó gran parte de su fiereza.

El caso es que en 2009, el granjero británico que antes mencionábamos compró trece de estos ejemplares aunque finalmente ha tenido que matarlos. Al parecer, los animales eran demasiado agresivos y llegaron a atacar a varios de sus empleados. Además, nadie se atrevía a ordeñarlos. Y, al final, las trece vacas nazis han acabado convertidas en salchichas.

Redacción QUO