Aunque sin lugar a dudas era mejor idea que cayese café en el campo como pedía Juan Luis Guerra, este hecho sorprendente se ha dado a comienzos de este mes en Goulburn, una ciudad de Nueva Gales del Sur (Australia). Sus habitantes, horrorizados, veían como millones de bebés araña caían del cielo.
Según recoge el Sydney Morning Herald, los habitantes pensaban que estaban siendo invadidos: «parecía que mi casa había sido abandonada y tomada por las arañas«, declara uno de ellos. “Todo el lugar estaba cubierto de estas pequeñas arañas negras y cuando miré al Sol, el horizonte era como un túnel de telarañas que subían varios metros hacia el cielo”.
Según explicó Martin Robinson, biólogo del Museo Australiano, el hecho, conocido como ‘pelo de ángel’, no tiene nada de extraño. Según indica, el fenómeno puede ser consecuencia de un par de técnicas de migración de las arañas. A uno de ellos se le denomina vuelo arácnido y se produce porque las crías de las arañas escalan a un punto alto y forman algo similar a un paracaídas que es arrastrado por el viento, lo que provoca que estas pequeñas depredadoras puedan llegar a ser desplazadas por grandes distancias.
El otro se conoce como vuelo en globo y se produce tras inundaciones o lluvias muy fuertes. Por este hecho, vimos árboles colmados de arañas en 2010 en Pakistán, donde las arañas se subieron a las copas de estos con el fin de buscar cobijo y evitar morir ahogadas, dejando a su paso una escena bastante escalofriante.
Con el fin de poder elevarse desde el suelo, las arañas también dejan un rastro de seda como veis en la foto de la imagen tomada en Wagga Wagga en 2012. De esa manera forman sus propios caminos para poder moverse, lo que deja el terreno cubierto de su seda como si fuese una película de terror.
Hace un par de años este fenómeno ocurrió en Brasil. En este vídeo puedes hacerte una idea de lo que han vivido los habitantes de Goulburn.
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Fuentes:
Redacción QUO