Una segunda vida como alimento y refugio para los artistas que la tallan: diminutos moluscos que van horadándolos a buen ritmo y digiriendo su celulosa con ayuda de bacterias. Su labor ha sido descubierta gracias a un equipo del Museo de Historia Natural de Londres, que lanzó fragmentos de troncos en todos los rincones del océano.

Al cabo de unos meses, y en algunos casos años, los recogieron con robots submarinos y encontraron multitud de especies diferentes según las zonas. Todas ellas pertenecen a la subfamilia Xylophagaidae, y esta es la primera vez que se consiguen datos acerca de su número y forma de vida. A pesar de ello, aún queda por resolver el misterio de cómo detectan la madera en el suelo oceánico.

LOS DATOS:

  • 100 individuos tardan un año en perforar 60 m2 de madera.
  • 500 metros a 5.000: rango de profundidad en que se han hallado.
  • 55 especies distintas se han detectado en las aguas de los océanos Atlántico e Índico y del mar Caribe.

Redacción QUO