Las hormigas siempre han despertado admiración por su capacidad para desplazar objetos muy pesados para el minúsculo tamaño que tienen. Pero el secreto no es otro que el trabajo en equipo. Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Weismann, ha revelado que una variedad de estos insectos (la Paratrechina longicornis) cuentan con una especie de guías o capataces, a las que el resto obedecen ciegamente, y que se encargan de coordinar al milímetro los movimientos de sus compañeras cuando tienen que transportar alimentos voluminosos y pesados.
Los investigadores observaron que, mientras que la velocidad a la que se desplazaba la carga dependía del número de hormigas que la transportan, la dirección en la que se movían estaba determinada por las precisas indicaciones de estas guías (a las que ya han bautizado como hormigas scouts), que conocen la ubicación precisa del hormiguero.
Según la investigación, la coordinación del movimiento colectivo es lo que permite transportar con éxito grandes piezas de comida al nido, y evita que se produzcan conflictos entre las obreras que podrían dificultar los desplazamientos.
Redacción QUO