El 15 de noviembre de 1983 nacía en el zoo de Dvur Králové, en República Checa, Nabir, una rinoceronte blanca del norte. Casi desde ese día se supo que sería imposible que fuera madre: estaba plagada de quistes. Y unos días atrás fue la rotura de uno de ellos lo que la mató. «El quiste dentro del cuerpo de Nabire era enorme. No había manera de tratarlo”, señaló en un comunicado Jiří Hrubý, uno de los responsables veterinarios de la salud de esta hembra
Hoy solo quedan en el planeta otros cuatro miembros de su especie. Un macho, Sudán, que sobrevive rodeado de guardias armados en una reserva de Kenia junto a dos hembras, Najin y Fatu. Y ninguna de ellas puede tener crías debido, la primera debido a su edad y la Fatu por problemas en el útero. La última opción es Nola, una hembra que vive en el zoo de San Diego. Pero también es mayor ser madre.
Los rinocerontes blancos del norte (Ceratotherium simum) han estado al borde de la extinción durante años debido a la caza furtiva y a la invasión de su hábitat. Según Ol Pejeta Conservancy, la organización que cuida a Sudán y a las dos hembras, a inicios del 2000, en República del Congo, había varios ejemplares vivos, pero ya no se sabe nada de ellos desde 2007.
Estos extraordinarios animales han sido perseguidos durante décadas por la falsa creencia de que sus cuernos tienen el poder de curar diversas dolencias o trastornos. Uno de los más conocidos es que tienen el poder de evitar la impotencia. Y allí van, miles de asiáticos, intentando resolver sus cuitas sexuales comiendo pastillas de queratina, el material del que están hechos los cuernos. Y el cabello y las uñas humanas. La persecución para conseguir hacerse con este emblema del rinoceronte es tan grande que se ha optado por amputarle los cuernos a Sudán para evitar la tentación de algún furtivo.
¿Cuál es el futuro de esta especie? Las hembras no pueden quedar embarazadas y hasta el único macho tiene dificultades, a sus 42 años (su esperanza de vida es de 50) para la cópula. Los expertos esperan poder recurrir a la fertilización in vitro (FIV). El objetivo es fertilizar artificialmente un óvulo utilizando el esperma de Sudán o recurrir al semen congelado de algún primo suyo. El óvulo fertilizado sería trasplantado a un rinoceronte blanco del sur, el pariente vivo más cercano, que cuenta con una población de unos 20.000 ejemplares.
«Es nuestra obligación moral de tratar de salvarlos – aseguraba el director del zoológico Přemysl Rabas –. Somos los únicos, junto al zoológico de San Diego, que tiene suficiente cantidad de material biológico para conseguirlo. Nabire era el rinoceronte más amable jamás criado en nuestro zoológico».
En los últimos 40 años se han perdido la mitad de los animales salvajes de acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés). Lo sorprendente es que los países con mayor cantidad de especies en peligro de extinción no son lo que han hecho las cosas mal (deforestación, caza furtiva, invasión del hábitat, etc) en los últimos diez años, ni siquiera en las últimas 3 décadas. Según un estudiorealizado por Stefan Dullinger de la Universidad de Helsinki, los más perjudicados son los que han cometido mayores errores a principios del siglo XX. Esto hace pensar a Dullinger que quizás muchos animales estén condenados a la extinción desde hace lustros y aún no lo sepamos.
Si la caza legal puede erigirse en una alternativa salvadora, dada la cantidad de divisas que aporta y que serían destinadas a la conservación, es un tema de mucho debate, ya que según la asociación Last Chance Animal (Última Oportunidad para los Animales), por cada presa que abate y recupera un cazador, este deja otras dos heridas de muerte.
Juan Scaliter