Dos pastores han sido detenidos en Kenia y acusados de colocar el cadaver de una vaca con pesticidas para que los leones se alimentaran de él. Se trata del primer proceso por envenenamiento de fauna en el país.
Los acusados habrían dejado el cadaver en una región habitada por una manada conocida por el nombre de Marsh, famosa por haber formado parte de una sere de documentales de la BBC entre 1996 y 2008. Las muertes han provocado un impacto similar a la del recordado león Cecil unos meses atrás. Quien encontró a la primera víctima fue precisamente un camarógrafo de la BBC, Mark MacEwan, el pasado domingo 6 de diciembre. Se trataba de Bibi, una leona de 17 años que fue descubierta con espuma en la boca y jadeando. En cuanto al otro león muerto, no se ha podido identificar debido a que las hienas y los buitres han desfigurado por completo su rostro. De hecho, algunos de los carroñeros también han muerto debido al veneno.
Sin contar estas dos muertes, las autoridades locales informan que otra leona, llamada Sienna, está desaparecida y, de acuerdo con la directora de la organización Wildlife Direct, la Dra. Paula Kahumbu «es posible que otros hayan muerto, pero sus cuerpos aún no se encuentran.”
El envenenamiento es la consecuencia de un conflicto entre la población masai y los cambios en la cesión de tierras del gobierno nacional. Este último ha dado parcelas de tierra a ganaderos en los lindes de la reserva Masai Mara, pensando que la naturaleza nómade de esta tribu no les perjudicaría. Pero las cabezas de ganado cada vez son más y ha comenzado el pastoreo ilegal con decenas de miles de animales que se llevan a pastar de noche justamente al territorio y a la hora donde cazan los leones. Y el ganado se ha convertido en una de sus presas favoritas. Para evitar esto, los pastores furtivos envenenan cadáveres de vaca.
Todo esto no solo diezma la población de leones, sino también la de las más de 50 especies de aves nativas de la zona.
Juan Scaliter