Existen cruceros para casi cualquier colectivo. Para solteros heterosexuales, para gays, para la tercera edad… Pero lo que a nadie se le había ocurrido hasta ahora era organizar un crucero para los creyentes en las teorías conspiratorias. Y la verdad es que la iniciativa ha sido todo un éxito, porque se cubrieron todas las plazas para participar en el Conspira-sea, un viaje de placer de siete días por aguas del Caribe, en el que los pasajeros tenían la ocasión de conocer a otras personas interesadas también en temas tan variados como los círculos de maíz, la arqueología prohibida, la invasión reptiliana…
Los participantes en este crucero, aparte de hacer turismo y de disfrutar de los lujos típicos de este tipo de barcos, asistían a diversas conferencias impartidas por futuristas, líderes del movimiento anti-transgénicos, activistas antivacunas, ufólogos, astrólogos… Aunque la estrella del evento fue Andrew Wakefield, uno de los impulsores del movimiento antivacunas.
El precio del pasaje era de 1.200 dólares por persona. Así que si alguien está interesado en participar la próxima vez que se organice un evento similar (aquí, en la redacción, algunos nos lo estamos pensando), que vaya ahorrando para reunir dicha cantidad. Eso sí, como dato curioso tenemos que contar que una vez que el crucero llegó a su fin y el barco tocó puerto, uno de los ponentes invitados fue arrestado por la policía. Se trataba de Sean David Morton, que había sido denunciado por difamación por varios expertos en finanzas, a los que acusó de usar poderes písquicos para provocar el colapso del mercado bursatil.
Redacción QUO