La pregunta es curiosa: las chinches, ¿tienen preferencia por ciertos colores? Científicos de la Universidad de Florida y del Union College en Nebraska, intentaron responder a ella realizando análisis de laboratorios. Las pruebas consistieron en el uso de pequeños escondites como tiendas de campaña que se hicieron a partir de cartulina de color y se colocaron dos de ellos en placas Petri. A continuación, las chinches se ubicaban en el centro de la placa y se les daba diez minutos para elegir una de las “tiendas de campaña”. Las pruebas se realizaron con diferentes variaciones, no solo de colores, también se utilizaron chinches en diferentes etapas de desarrollo, de ambos sexos y algunos que ya se habían alimentado contra otros que no habían comido.
Los resultados globales demuestras que las chinches prefieren claramente el rojo y el negro y que le huyen a tonos como el verde o el amarillo.
“Inicialmente especulamos que las chinches irían a cualquier refugio con tal de ocultarse – explica Corraine McNeill, una de las responsables del estudio –. Sin embargo, estos experimentos muestran que los insectos seleccionan un refugio específicamente basándose en la luz del entorno. Creo que la razón principal por la que prefieren el rojo es que las chinches tienen esta tonalidad y buscan estar con otros insectos”.
Si bien esta es una explicación plausible, el tono escarlata no siempre era la primera opción. Por ejemplo, las preferencias de color de los insectos cambian a medida que crecían, si estaban en grupo, el género osi tenían hambre o no. Los autores sugieren que una posible explicación de que huyan a los colores amarillos y verdes se debe a que las chinches evitan tonos que parezcan zonas muy iluminadas.
Los hallazgos, publicados en Journal of Medical Entomology, son importantes porque pueden tener implicaciones para el control de las plagas.
Juan Scaliter