Las madres de osos pardos (Ursus arctos) en un bosque de Suecia recurren a la presencia de humanos cerca para evitar que los machos maten a sus crías. Así lo afirma un estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B.
Los machos de esta especie, que no han tenido mucho éxito durante la época de apareamiento, recurren a una estrategia para aumentar sus posibilidades: matar a los cachorros de sus competidores. Esto desencadena un nuevo período de receptividad sexual en las hembras. “esto significa que en lugar de esperar entre 18 y 30 meses (hasta que las crías sean independientes), los machos tienen una oportunidad en cuestión de días –explica Sam Steyaert, coautor del estudio – . En general los osos evitan el contacto con humanos, pero durante la época en la que crian a sus cachorros, se acercan a los humanos para incrementar las oportunidades de supervivencia. Luego regresan a sus costumbres habituales, evitándonos, ya que los humanos tienen permiso para cazar osos en esta región en determinados períodos”.
La conducta de los machos, conocida como infanticidio sexual selectivo, ha sido también observada en aves, primates, murciélagos y grandes felinos. Para llegar a estas conclusiones, los expertos colocaron GPS en 26 osas entre 2005 y 2012 y descubrieron que 16 de las madres tenían éxito criando a sus hijos y 10 de ellas no. “ La distancia media que separaba a las madres del primer grupo respecto a los humanos era de unos 760 metros – afirma Steyaert – mientras que el promedio del otro grupo ascendía a los 1.200 metros. Las madres que lograban la supervivencia de sus crías eran más proclives a usar a los humanos como socios protectores, mientras que las otras los evitaban”.
Juan Scaliter