Marcus du Sautoy ha venido a España para presentar su nueva obra, Los misterios de los números (Ed. Acantilado). Inglés y excéntrico, le encanta tocar la trompeta y el piano con sus hijas gemelas, a las que casi pone por nombre 41 y 43, respectivamente. Entusiasta de los números primos, en su camiseta de fútbol lleva el nombre de Galileo Galilei y, debajo, el 17. Vive en el 53 de su calle, y ya de pequeño quiso ser espía, pero descubrió que con las matemáticas disfrutaría más encriptando mensajes. En su programa de la BBC mantiene frente al televisor a más de un millón de personas con sus fórmulas y ecuaciones. Asegura que enamoró a su mujer explicándole un teorema.

P¿Cómo debo utilizar las matemáticas si quiero ganar el próximo premio gordo de la Lotería de Navidad?
R Esta es la pregunta que más veces me hacen cuando digo que me paso la vida jugando con los números. Lo que pasó en Inglaterra el 14 de enero de 1995 puede proporcionarles pistas a tener en cuenta. Se cumplía la novena semana de la Lotería Primitiva y 130 personas acertaron todas las cifras. La cantidad a repartir quedó reducida a 122.510 libras. ¿Qué ocurrió para ganar tan poco dinero? Pues que el azar eligió, en esa ocasión, cifras bien distribuidas, que es exactamente lo que hace la gente cuando escoge números.

P Y la buena distribución no es algo característico del azar.
R Exacto. De los 13.983.816 de posibles combinaciones de billetes de lotería, 6.924.764 tienen números consecutivos. Hablamos del 49,5%, casi la mitad de todas las combinaciones. En un sorteo tiene tantas posibilidades de salir la combinación 5, 16, 24, 32 y 43 como otra del tipo 6, 7, 8, 9, 10 y 12. Por tanto, haz lo contrario que la mayoría de la gente, elige números seguidos y, si ganas, por los menos que el premio valga la pena y te haga multimillonario.

P¿Y también podría utilizar el cálculo matemático para encontrar al amor de mi vida?
R Desde luego. Porque, realmente, las matemáticas, a partir de muestras representativas, son capaces de calcular con cuántas personas debemos salir antes de casarnos.

P ¿Por qué todas las personas, de forma supersticiosa, tenemos un número de la suerte?
R Creo que parte del hecho de que siempre buscamos patrones. De pronto, en nuestras vidas aparece un número de forma periódica asociado a buenas o malas experiencias y ya lo convertimos en el número de la buena o mala suerte. Hay algunos clásicos al respeto. Ahora me acuerdo del 7 y del 13. Ya desde tiempos antiguos el número 7 guardaba un valor simbólico importante porque se asociaba a los 7 planetas conocidos en el cielo, incluidos el Sol y la Luna. En cambio, al 13 lo identificamos con la mala suerte, pero no es algo que ocurra por igual en todas partes. En Italia, por ejemplo, le tienen pánico al 17.

P ¿Cuál es el motivo?
R Si lo escribes con números romanos, corresponde al anagrama “VIXI”, que en latín significa “he vivido”. Es decir, es sinónimo de muerte. En Italia, ningún avión tiene la fila 17. Pero bueno, no existe ninguna certeza universal que asegure que determinados números dan buena o mala suerte. En algunos países el 13 incluso promete buena fortuna.

P ¿Qué nos dicen las matemáticas sobre la forma del universo?
R Las matemáticas, sobre todo, nos están ayudando a entender la importancia de la simetría. La naturaleza contiene formas extraordinarias, desde la espiral del ADN hasta la esfera perfecta de las burbujas. ¿Cómo consigue el cuerpo humano desarrollar formas tan complejas como las de los pulmones? ¿Qué forma tiene nuestro universo? La simetría, por ejemplo, ha desempeñado un papel esencial a la hora de hallar el bosón de Higgs, partícula clave que permitirá comprender la formación del universo.Como decía Galileo: “El universo está escrito en lenguaje matemático, y las letras son triángulos, círculos y otras formas geométricas”.

P Usted habla de la importancia de las matemáticas para descifrar códigos secretos. ¿Esto tiene algo que ver con el hecho de que quiso ser espía cuando era joven?
R Sí, reconozco que mediante las matemáticas he hecho realidad el deseo de dedicarme al espionaje. Porque las matemáticas se encuentran en el centro de la criptografía. Leonardo da Vinci, por ejemplo, escribió su diario mediante un código secreto que impidiera leerlo a su hermana. Por otra parte, los códigos no solo sirven para ocultar información: también garantizan que el mensaje se transmite sin errores. El castellano es un código de 27 letras del alfabeto. El ADN contiene información codificada para reproducir una criatura viva. A lo largo de la historia, y este capítulo lo explica, los matemáticos han destacado a la hora de descifrar códigos complejos. Por ejemplo, el británico Alan Turing consiguió romper el sistema de encriptación nazi de la máquina Enigma y salvó muchas vidas. Este tema es apasionante.

P¿Existen números secretos que aún no hayamos descubierto?
R Sin lugar a dudas. De hecho, he llamado a mi libro Los misterios de los números porque reflexiono sobre aspectos de las matemáticas que ignoramos. Ahí radica el secreto que convierte esta disciplina en algo fascinante. Me dediqué a las matemáticas para descubrir un mundo nuevo, vivo. Y sigo explorándolas entusiasmado. Algún día encontraremos nuevos números, ahora ocultos, además de fórmulas que resolverán innumerables enigmas.

P¿Hay una fórmula matemática que defina al ser humano?
R Con tu pregunta volvemos otra vez al terreno de la simetría aplicada al conocimiento del cuerpo humano. ¿Por qué el corazón se encuentra en el lado izquierdo del cuerpo? ¿Y qué me dices del tamaño y forma de nuestro cerebro? Son cuestiones extrañas y muy interesantes. Las matemáticas también se preocupan de la belleza. Hay investigadores que han intentado buscar las distancias perfectas entre la nariz, la frente y las orejas, por ejemplo. Los hay incluso que creen que existen números asociados a las proporciones corporales que nos convierten en seres perfectos. Artistas como Leonardo da Vinci han explorado esta cuestión.

P¿Cómo aprendió a contar el hombre?
R Las matemáticas nacen de la naturaleza. El hombre primitivo las utilizaba para calcular tanto la distancia como el número de depredadores que le acosaban. Solo así podía elaborar estrategias que le permitieran salir indemne de muchos peligros. Si te equivocabas, caías muerto. El que sabía contar bien tenía ventaja evolutiva sobre el resto. Nuestro cerebro está programado para ver el mundo de forma matemática.

P Al igual que Platón, ¿usted no deja entrar en su casa a nadie que no sepa geometría?
R En mi casa será bienvenido cualquiera que entre por la puerta, aunque no tenga ni idea de geometría. Solo pido voluntad, ganas de querer aprender. En la vida, considero indispensable sentir curiosidad por todo aquello que nos rodea.

P ¿Qué jugador despliega más belleza matemática sobre el terreno de juego, Messi o Cristiano Ronaldo?
R Me quedo con Messi. Su forma de jugar me maravilla porque se desenvuelve en el campo utilizando la inteligencia de un ajedrecista. Es capaz de leer los movimientos de los rivales y de sus compañeros de equipo con mucha anticipación. Como Wayne Rooney, utiliza las ecuaciones que inventó Galileo.

P Teniendo en cuenta la estrecha relación que existe entre la música y las matemáticas, ¿podríamos asegurar que Mozart ha sido el más grande matemático de todos los tiempos?
R Mozart era, sobre todo, un músico obsesionado con los números. Según contaba su hermana, Mozart escribía números por todas partes. Jugaba con ellos y exploraba sus propiedades. En Las bodas de Fígaro, por ejemplo, se aprecia al inicio una secuencia de números: 5, 10, 15, 20, etc. Sí, en las estructuras de sus obras hay matemáticas.

Redacción QUO